21 de Noviembre de 2008 - 12:00:34 - Pablo Molina
Cristina Almeida tiene una biografía politica abigarrada. Si alguien le pregunta a Julio Anguita por ella y López Garrido, conocerá de primera mano las operaciones en las que ambos se involucraron para llevar a cabo la evolución natural de los izquierdistas modernos, de la utopía a la ubre presupuestaria sin reparar en gastos o traiciones. Tengo un amigo que asistió cierta vez a una conferencia de Anguita en Córdoba. En el turno de intervenciones del público alguien le preguntó por los interfectos y aquello fue como el Rosario de la Aurora, una cosa nada apropiada para la salud cardiaca del exlider comunista.
Ahora le ha dado a esta señora por quemar libros, que es por otro lado una costumbre muy de izquierdas, como ha demostrado suficientemente Pío Moa en sus obras sobre el progresismo cultural de la II Republica o los historiadores del nazismo, ideología también de izquierdas aunque haya pasado a la posteridad identificada con otros patrones distintos.
Cualquier persona intelectualmente sana se limita a no comprar ni leer los libros que no le gustan. El sectario, por el contrario, ni siquiera puede tolerar que existan otras publicaciones que las patrocinadas por sus gurús. Si por Almeida y el resto de ungidos totalitarios fuera, sólo se publicarían en español las obras completas de Sara Mago y la colección de discursos de Fidel.
Precisamente por eso debemos comprar más libros de autores independientes, porque no sé si ustedes lo sabrán, pero la derecha sociológica lee muy poco. La izquierda menos, por supuesto, pero a cambio tiene a su favor una miríada de instituciones de todo tipo que compran tiradas enteras para camuflar esas subvenciones puras y duras como "inversión cultural". La derecha es más decente, y las cifras de ventas de autores liberales y conservadores responden exactamente al número de ejemplares comprados por clientes particulares.
Hagamos un esfuerzo de cara a las navidades. Y si con la crisis tienen algún reparo, piensen que cada vez que compran un libro nuestro a Cristina le entra un cabreo de narices. Animo.
leido en :
Cronicas Murcianas
No hay comentarios:
Publicar un comentario