CITA DEL DIA

sábado, 13 de junio de 2009

Presentación del Plan de Vigilancia y Salvamento en playas

El director general de Seguridad, Carlos Nieto, y el concejal de Seguridad, Javier Herrero, presentan el lunes el operativo de seguridad para este verano
Viernes 12 Junio 2009

The image “http://www.ayto-cartagena.es/archivos/138-13194-IMP_FOTO/presentacion%20Vehiculos%20protecion%20civil-0054.jpg” cannot be displayed, because it contains errors. El director general de Seguridad, Carlos Nieto, y el concejal de Seguridad, Javier Herrero, presentan el próximo lunes 15 de junio el Plan de Salvamento y Vigilancia en playas para este verano.

La presentación a los medios será a las 10 horas, en la Escala Real, en el Puerto de Cartagena.

viernes, 12 de junio de 2009

“Prudencia y cordura”, la política del Virrey

José Antonio Durán

Entrega anterior: Oporto, capital del Reino de Galicia

En la amanecida del domingo, 13 de diciembre de 1807, el general Taranco, capitán general del Reino de Galicia y general en jefe de las tropas españolas de ocupación, era recibido por las autoridades locales de Oporto en las afueras de la ciudad. Sólo lo rodeaban sus pretorianos del Regimiento de Granaderos Provinciales de Galicia.

Aquel mediodía, antes de la llegada del resto de sus tropas, leyó en español la histórica alocución A los Vecinos y Moradores de Entre Duero y Miño y Tras los Montes, publicada también en portugués. La expectación, que era enorme, se tradujo en desconcierto.

Cinco días más tarde, el viernes 18 de diciembre, se completó la ocupación militar. Como gobernador general de la Lusitania Septentrional, el propio Taranco recibía al capitán general de Extremadura, Juan Carrafa.

Los dos generales españoles, que habían ascendido al generalato en 1802, se saludaron con respeto y hasta con afecto, pero sin mezclar sus tropas en ningún momento, aumentando así el grado de confusión y desconfianza en que aún estaban por entonces las autoridades locales. También fueron distintas sus residencias, detalle harto significativo.

INGLESES Y RUSOS

(Los cambios de alianzas)

La “Casa da Feitoría” se convirtió en la residencia oficial del general Taranco. El equivalente del Palacio de Capitanía coruñés. Acuarela de Xosé Comoxo

Al haber sido confiscados los intereses británicos y expulsados todos sus agentes diplomáticos, la céntrica, espaciosa y flamante Casa da Feitoría, alzada en la Rúa dos Ingleses, diseñada al gusto inglés por el cónsul británico, John Whitehead, pasó a convertirse en la residencia privada y oficial del capitán general de Galicia.

Bien amueblada, con solemne escalinata, gran salón de baile y cocina monumental, era digna de un virrey dispuesto a crear su propia corte y a influir en la vida social de la ciudad.

Dotado de Estado Mayor (antes de que este cuerpo se organizara formalmente en el Ejército español), sus integrantes y los consejeros desplazados a Oporto, residían y despachaban con él en el mismo edificio. Pasó a ser, pues, la nueva sede de la Capitanía gallega, radicada (antes y después) en el núcleo histórico de Coruña.

Carrafa, por su parte, compartió residencia con el cónsul de Rusia, dado que la lejana corte de los zares, aliada histórica de Inglaterra, se había sumado al bloqueo continental napoleónico tras la paz de Tilsit (julio, 1807).

Así pues, las dos residencias ritualizaban el cambio drástico de alianzas internacionales del Portugal ocupado y daban fuerza visual a los distintos cometidos que Godoy asignó a los generales españoles.

Las Monarquías eran, a su nivel, como las familias (señoriales). Carlos IV, el rey de España, suegro del Príncipe don Joao ,rey en funciones de Portugal por el estado de demencia de la reina madre, quiso que se diera ese aire paternal de la proclama a su ocupación

Los portugueses nunca llegaron a entender del todo cuál era la misión de las dos expediciones españolas con alto mando radicado en Oporto. Y es lógico, porque los dos generales también tuvieron sus más y sus menos en este asunto. En cierto momento, presionado por Junot, Carrafa tuvo que consultarlo al superministro de Carlos IV. Recibió respuesta clara, contrariando al general en jefe de la ocupación francesa.

Godoy confirmaba en todo las órdenes de partida.

En razón de sus grados, al no haber en Oporto más generales que Taranco y Carrafa, la misión de éste variará más tarde, como consecuencia de la muerte repentina de Taranco; pero hasta ese momento (26 de enero, 1808), el capitán general de Extremadura debía asegurar a Francia el control de la costa, desde Lisboa a Oporto, obedeciendo órdenes del general Junot. La misión de Taranco no sólo era distinta. ¡Tenía que parecerlo!. Se realizaba en nombre del rey de España. La autonomía del capitán general del Reino de Galicia no podía ser interferida en modo alguno por el de Extremadura, aunque Junot o su dueño, el emperador, patalearan.

Aclarados los cometidos respectivos, los dos generales se rindieron honores, mantuvieron entre sí excelentes relaciones personales y pasaron a desarrollar sus misiones desde las mentadas residencias.

LA PRIMERA PROCLAMA

(Denuncia de la perfidia británica)

Vecinos y moradores de Entre Duero y Miño y Tras los Montes: No alteréis vuestra vida normal. Permaneced en calma, tranquilos, en la confianza de que el Ejército Español, que yo mando, respetará vuestras leyes, usos y costumbres. Tratadnos con sincera amistad, convencidos de nuestro valor y humanidad, y encontraréis la más exacta correspondencia. Yo os lo prometo y os lo juro en nombre de mi Rey y Señor, tan justo como benéfico. General de sus Armas, Justicia y Clemencia, seré fiel ejecutor de sus órdenes Soberanas. Todas ellas se encaminan a protegeros en la deplorable situación en que os encontráis por la ausencia de vuestro Soberano. A libraros de la pérfida dominación inglesa, de su política ambiciosa, que aparentando amistad es la del padrastro que os destruye. Tened por seguro que todas las providencias que se tomen irán encaminadas a mejorar vuestra suerte, a liberaros de la vergonzosa tutela del soberano inglés y a organizar vuestra vida política.

Llegó el tiempo de que conozcáis los verdaderos intereses de vuestra Patria y de que, uniendo vuestras voluntades a las nuestras, venguemos juntos los ultrajes que la ferocidad traidora de los ingleses ha llevado a todas las naciones de Europa. De que, impidiendo sus maquinaciones, gocéis de la protección que mi católico Monarca os ofrece.
Al margen del tono conciliador de la proclama, pronto llamará la atención su insistencia en que, además de asegurar la continuidad de la vida cotidiana, como gobernador general hacía votos porque la ocupación sirviera para limar las tensiones históricas existentes entre españoles y portugueses.

Dada la fama, bien ganada, de devastadores que tenían (y tienen) todos los Ejércitos de ocupación, tampoco dejó de sorprender este punto, con el que el virrey de Galicia precedía el capítulo de las inevitables amenazas:

Lo que os prometo será religiosamente cumplido. Os aseguro, bajo mi palabra, que todo soldado español que sea culpable de pillaje, o de cualquier otro delito, será castigado con todo el rigor de la Ley. Que cualquier natural o habitante del Reino de Portugal, que tenga parte en alguna conspiración o tumulto contra el Ejército Español, será arcabuceado. La Ciudad, Villa o Aldea donde se dispare un solo tiro contra la tropa española, entregará al delincuente, o será responsable del atentado. En ese sentido, se pronunciará la Justicia de su Jurisdicción o Feligresía, en cuyo territorio se mate a un integrante de la Milicia española, y además de esto, pagará el triple del valor en la contribución que le corresponda, tras tomar a cuatro vecinos como fiadores de esa paga.
Si puedo evitar la imposición de las penas referidas, tendré particular satisfacción.

La decisión de la Casa Real portuguesa de establecerse en su colonia americana de Brasil no tenía precedente en las Monarquías europeas. Tendrá enormes consecuencias. Retrato de Don Joao, yerno del rey de España

Según las informaciones que llegaron a nosotros, a través de quienes vivieron y estudiaron la época, la disciplina fue férrea y el orden público se mantuvo. Pero conviene recordar que, siendo tiempo de guerra y rigiendo el código militar en tierra y en los mares, la incidencia de la ocupación española en la vida cotidiana de los lugareños fue limitada.

Al ser el nuevo gobernador general del territorio un militar que ostentaba la máxima autoridad judicial y militar en sus dos demarcaciones, Taranco pudo mantener en todas las instancias intermedias a los jueces locales preexistentes.

Por el contrario de Junot, nunca hizo un uso agresivo de las enseñas de la Monarquía española en los edificios públicos. Tampoco, como era fama de los Ejércitos napoleónicos, expolió iglesias, ni se condujo bajo palio o entre bendiciones episcopales.

Tanto él como sus hombres (al igual que los hombres de Carrafa) pusieron especial cuidado en mezclarse con los lugareños en los ritos religiosos y festivos de la Navidad, Fin de Año, Año Nuevo y Reyes. Lejos de introducir propuestas reformadoras en ese ese aspecto, las fiestas del calendario católico se animaron con la imprevista presencia de cientos de soldados, familiares y personal de servicio, con sus cantos y músicas de lejanas tierras.

Obispo de Oporto: Antonio de São José de Castro

El propio obispo de Oporto, cuando comenzaron a detectarse públicamente enfrentamientos entre el general español, sus partidarios y los partidarios del general en jefe de la ocupación francesa, hizo un llamamiento a la calma, metiendo este reconocimiento expreso en su homilía de 19 de enero: “Ao general Taranco se deve a boa ordem e o socego da cidade, além do ensino que lhes dava com o exemplo das suas virtudes”.

En pocos días, Taranco recomendó a los poderes locales que formasen una Junta de Recaudación de Contribuciones, dada la nueva organización territorial.

Los ingresos hacendísticos quedarían circunscritos a la Lusitania Septentrional y centralizados en Oporto. Rompía así la antigua relación tributaria con Lisboa (es decir: con Junot y las fuerzas francesas de ocupación).

En orden a suministros, dado el simultáneo bloqueo marítimo de Gran Bretaña, España aportaría lo indispensable. Asunto éste de indudable alcance para su Capitanía gallega.

Carne, vestimenta, salazón… pasaron de Galicia en navíos de los comerciantes y trajinantes gallegos, armados en corso. Tuvieron éstos una presencia incomparable en Portugal y en la incipiente prensa comercial de los puertos atlánticos. Y no sólo por su presencia en Oporto. También se detecta su presencia en Lisboa, donde la colonia española (particularmene gallega), era mayor.

Cuestiones todas que confrontaban a Taranco con Junot. Cada día más incomunicado con el área galaico-portuguesa que dominaba el virrey de Galicia. Y receloso, con razón, de las conexiones per loca marítima que se estaban tejiendo con la población española de Lisboa y los cónsules. Mucho más gallegos de lo que sospechan los historiadores, portugueses y españoles.

Las guerras napoleónicas internacionalizaron algunos instrumentos musicales. La guitarra fue el símbolo de los Ejércitos españoles de ocupación. En el grabado inglés, una pareja de ocupantes interpreta un bolero.

LA HERENCIA DE AQUELLAS NAVIDADES

El general Taranco fue cumpliendo, pues, sus promesas.

Por el contrario de los abusos, pillajes y atrocidades que los portugueses detallan de la mayoría de las fuerzas francesas (también en ellas hubo excepciones), la ocupación de la Lusitana Septentrional no registra abusos dignos de mención.

No se pudo decir lo mismo de las tropas españolas que mandaba el trágico general Solano, marqués del Socorro. Más incisivo e imprudente, su alto mando fue cuestionado. Incluso por alguno de sus lugartenientes.

Sátira gráfica de una de las medidas más controvertidas e impopulares de Junot. Molesto con sus ladridos, ordenó la ejecución de los canes que merodeaban por las calles de Lisboa

Pero el mandato del Capitán General de Galicia en la Lusitania Septentrional fue muy breve…
Sólo llevaba en Oporto ¡44 días! cuando un “cólico violento” (calificativo de su pariente, el conde de Toreno) precipitó su muerte. La leyenda posterior se cimentó también por esta circunstancia, sumiendo el óbito en toda suerte de sospechas.

Ninguno de los militares que lo sucedieron disfrutaron de un prestigio tan sólido como el que disfrutara el difunto, si bien los españoles Domingo Belestá y Juan Carrafa, en condiciones cada vez más dramáticas, mantuvieron en la medida de lo que les fue posible su política conciliadora hasta el mes de abril. A pesar de los rotundos cambios que se produjeron en Portugal y en España en el intermedio.

Despues de abril de 1808, el mando superior pasó al general francés Quesnel, enviado expresamente por Junot (rey sin corona de todo Portugal desde el 1 de febrero), aprovechando el cáos que reinaba entonces en los Ejércitos españoles tras la detención de Godoy en Aranjuez (marzo), la abdicación de Carlos IV y la desdichada gestión de Fernando VII y su gobierno (marzo-abril).

Figuración del motín de Aranjuez (marzo, 1808

Contra lo que se afirma en las historias nacionales circulantes de los distintos países implicados, la génesis de los graves acontecimientos españoles y portugueses de 1808 se anticipa en los tres Ejércitos españoles de ocupación en Portugal. Como consecuencia del malestar, la génesis de la Triple Alianza (españoles, portugueses y británicos) también comienza en esta área atlántica mucho antes de lo que esas mismas historias reconocen.

En realidad, el salto de la pérfida dominación inglesa en Portugal, que da sentido a la primera proclama de Taranco, a la perfidia francesa en España (y Portugal), proclamada mucho más tarde en el Grito de unidad de Móstoles, como consecuencia del Dos de Mayo madrileño, puede retrotraerse en la Iberia Atlántica (sin el más mínimo forzamiento) a los últimos días de enero.

Curiosa y madrugadora versión británica de la perfidia francesa

En ese momento, se produjeron en Oporto dos acontecimientos sintomáticos, absolutamente inesperados: la “extraña” muerte del general Taranco y el formidable sepelio de quien era, además de virrey de Galicia, jefe de las tropas españolas de ocupación en la Lusitania Septentrional.

Fue la suya, pues, una manifestación de duelo cargada de sentido, avisadora de lo que iba a suceder con posterioridad; pero jamás fue analizada desde este punto de vista.

¿Quién era el general Taranco? ¿De dónde provenía? ¿Cómo pudo merecer una movilización funeraria que los testigos presenciales reconocen como lo nunca visto en la larga historia de la ciudad de Oporto?

    Próximas entregas:EL ENTIERRO DEL VIRREY, LO NUNCA VISTO

miércoles, 10 de junio de 2009

CARTAS DESDE BARCELONA

ELECCIONES EUROPEAS 2009 EN BARCELONA

Rafael del Barco Carreras

En España, 57 % de abstención y votos en blanco. Somos mayoría absoluta. 67% de participación en Italia. En Barcelona el 70% de abstención. Eslogan inmediato televisivo, la Tele Única, “EUROPA NO INTERESA”. Los propagandistas de la Política, profesionales de la Política, vividores por y para la Política, y sus respuestas inmediatas. ¡Quien no INTERESA son ellos! A la ABSOLUTÍSIMA y silenciosa mayoría de la población barcelonesa no le interesan los actuales políticos. NO REPRESENTAN EL SENTIR DE LA CALLE. Unos por sus neuras nacionalistas, otros por el dichoso progresismo, pocos porque huelen al “antiguo régimen”, y los más porque apestan a corruptos, nuevos ricos. Pero ellos, felices con ese 30% repartiendo cargos y sueldos. Viven estupendamente en su burbuja.
Sentimos que esto no es DEMOCRACIA, que votar a unos profesionales, inmersos por activa o pasiva en una visible Corrupción, en cerrados conciliábulos, obedientes por intereses a mandos de grupúsculos, no es DEMOCRACIA. Partidos impermeables, listas cerradas, instituciones dominadas. El Franquismo partido a trozos. El “atado y bien atado” que se eterniza con la Constitución y esas oscuras listas.
Me lo repito en cada elección, quisiera votar antes de morirme. Pero si con Franco era una inútil tontería, para el inútil Tercio Familiar o referéndum sin otra opción, ilusiono votar a gente surgida de PRIMARIAS, listas abiertas, sin más obediencia de voto que su conciencia y el mandato de sus electores, formando unos verdaderos y libres EJECUTIVO, LEGISLATIVO Y JUDICIAL. Una DEMOCRACIA que oxigene las instituciones, que legitime derechos y obligaciones, donde castas funcionariales y su “amigocracia” sean servidores públicos en lugar de beneficiarios de lo Público.
En fin, “sumiá truitas”, soñar tortillas, “ya su farán”… nosotros, los ciudadanos, a lo nuestro… subsistir, trabajar, pagar los menos impuestos posibles, ilusión que la informática imposibilita convirtiéndonos en más súbditos que ciudadanos libres… y a esperar que escampe la CRISIS… donde nos han metido esos sonrientes políticos, situados a dedo, y votados por el 30% de la población. Si…ya sé…en las “otras” elecciones…en Barcelona votan unos cuantos más… los profesionales saben sacar partido a las sentimientos, ilusiones y buena fe humanas…




¿LA CULPA? AL EMPEDRADO

Joaquín Leguina Herrán
9/6/2009, 09:41

CHACÓN Y JIMÉNEZLa narración del beodo es la que sigue: “Comencé por tomar whisky con soda y me sentaba mal; luego me pasé a la ginebra con soda y me fue peor. Ahora tomo vodka con soda y no he mejorado. Visto lo cual, he decidido prescindir de la soda”.
Yo espero que cuando el nuevo socialismo “analice” los pésimos resultados obtenidos en Madrid (48,6% PP; 35,4% PSOE) no le eche la culpa a la soda… sino a la sustancia común que llevaban el whisky (Trinidad Jiménez en 2004), la ginebra (Miguel Sebastián en 2008) y el vodka en forma de paracaidista (en el que ya están pensando en Ferraz)… y esa sustancia se llama ZP.
Aclarémonos de una vez: la persistente pérdida de peso electoral y de sustancia ideológica, analítica y, en general, social no se debe a la soda sino a las políticas erráticas del Gobierno (¿quiere alguien explicarme el porqué de los actuales amores de Blanco con Aguirre?) y a discursos tan ajustados y veraces como el último de ZP en Barcelona diciendo que “la derecha quiere acabar con el bilingüismo en Cataluña”… pero ¿en qué mundo vive este hombre para no enterarse de que quienes quieren acabar con el bilingüismo en Cataluña son los CiU y los del tripartito?
Claro que los socialistas madrileños nos podemos consolar mirando hacia Murcia (61,6% PP; 29,6% PSOE) o hacia la Comunidad Valenciana (52,3% PP; 37,4% PSOE)… y nuestros compañeros murcianos y valencianos le echarán la culpa del fracaso –y no sin razón- a la política hidráulica del Gobierno. Y es verdad que ésta ha sido una de las más brillantes ocurrencias del ecologismo zapaterista (“¡Trasvases, no. Desaladoras, sí!”… pues toma desaladoras).

Lo dicho: mientras el “liderazgo” actual siga “triunfando” con el Barça no ganaremos en Madrid… ni en Murcia, ni en Valencia. Eso es lo que conviene suprimir, y no la soda.

fuente: http://www.joaquinleguina.es/

martes, 9 de junio de 2009

Oporto, capital del Reino de Galicia

Nunca, en la larga y conflictiva historia de España y Portugal, aconteció nada semejante.

Entre las 08,00 horas del 13 de diciembre de 1807 y la primera semana de febrero de 1808, a muy distintos efectos, la capital del Reino de Galicia dejó de estar, propiamente hablando, en la ciudad-puerto de La Coruña para situarse en la ciudad portuaria de O Porto.

La proclama A los Vecinos y Moradores de Entre Duero y Miño y Tras los Montes, escrita en español y portugués, firmada por Francisco Taranco, capitán general de Galicia, se difundió la misma mañana del 13. Produjo incredulidad y desconcierto. Anunciaba la ocupación militar de las provincias aludidas.

Portugal, de hecho, se rompía en tres partes; pero ni siquiera eso sabían portugueses ni españoles, dado que la emergencia de la Lusitania Septentrional era secreto total y un misterio. Incluso para el alto mando del Ejército ocupante…

LA OCUPACIÓN DE PORTUGAL
(Cuatro Ejércitos, Tres Mandos)

Jean-Andoche Junot, general en jefe de la ocupación napoleónica

Entre España y Portugal no había en 1807 fronteras definidas. Hasta ese momento los conflictos transfronterizos habían sido frecuentes. En 1797 y 1801, sin ir más lejos, en un contexto internacional diferente, la ocupación armada de la Lusitania Septentrional estuvo a punto de producirse; pero, concentradas las fuerzas en Galicia, la operación no llegó a consumarse en esa demarcación. Taranco no era el único integrante de la ocupación hispano-francesa de 1807 que había estado en la precedente, penetrando en Portugal desde Extremadura (1801). Ahora todo era distinto. La expectación y el desconcierto se mascaba en el ambiente. Y, sin embargo, pese a los ritmos amenazadores del tambor batiente y el agudo de las gaitas, no parecía probable que la agresiva caravana encontrara tropiezos dignos de consideración. Es importante entender por qué.

Dos semanas antes, otra caravana, la napoleónica que mandaba el general en jefe de la ocupación francesa, Jean-Andoche Junot, antiguo embajador en Lisboa, entró en Portugal por Extremadura, tras cruzar al galope de norte a sur la extensísima archidiócesis compostelana.

Machacado por la crudeza de la rápida marcha en invernal otoño, atravesando lugares inhóspitos, el invencible Ejército imperial presentaba un aspecto demasiado humano. Formado por jóvenes, recientemente reclutados, su estado era lamentable. Despertó enorme curiosidad; pero no por su marcialidad. Llamaba más la atención el armamento y la legión de acompañantes. Sobre todo, la profusión de sirvientes, cocineros y damas de desigual reputación, por veces con sus proles. Entre esas damas, volvió a destacar la belleza que aún retenía Laura Permon, la esposa del general en jefe, antigua amante de Balzac, próxima duquesa de Abrantes y puntillosa cronista de la sociedad lisboeta.

La penosa entrada en Lisboa de las fuerzas napoleónicas de ocupación
Laura Permon, esposa de Junot, futura duquesa de Abrantes

Pese a la fuga a Brasil de los reyes, príncipes y buena parte de la corte portuguesa, la recepción en Lisboa fue sumamente amistosa. Al menos en lo que traslucía el trato oficial y el entusiasmo de los parciales de Francia. Abundaron los cánticos y los saludos retóricos de bienvenida, pronunciados entre ritos masones y bendiciones episcopales. Dios, según los obispos, había escogido para Portugal ese destino. La exitosa misión emprendida en el mundo por el católico Napoleón Bonaparte era (según ese parecer, compartido por una parte de la Cristiandad) divina…

Otro tanto estaba comenzando a acontecer con una segunda caravana. Algo más retardada, entró en Portugal cuando aún estaba en fase de formación. Mucho más marcial, uniformada y reluciente que la francesa, era española. De élite. La mandaba Juan Carrafa, el capitán general de Extremadura. Destinada a prestar apoyo incondicional al general francés, recibía órdenes directas de Junot. Era muy numerosa y, al pisar tierra portuguesa, comenzó a cobrar de Francia. Establecida en Abrantes, no tardó muchos días en reiniciar la marcha, desplazando a Oporto una vanguardia de 4.000 hombres.

LA MISIÓN DE TARANCO
(Un paseo militar)

Nos manda Su Alteza digamos a Vuesa Excelencia que se apodere inmediatamente de O Porto y de la provincia de Entre Duero y Miño; que tome posesión de todo el país y aún de la provincia de Tras los Montes, en nombre del Rey Nuestro Señor, así como lo habrá hecho en este momento el general francés, Junot, de la capital Lisboa en nombre de Su Majestad, el Emperador de los franceses y rey de Italia (Instrucción secreta, dirigida por los amanuenses de Manuel Godoy al general Taranco)


Manuel Godoy, atlántico extremeño, en un retrato de 1801. Cuando la llamada “guerra de las naranjas”

Las dos divisiones napoleónicas (Junot y Carrafa), al haber cumplido sin contratiempo ambos itinerarios, eran la garantía de que la ocupación española sería un nuevo paseo militar.

Lo fue. Recibidas en son de paz, con esa experiencia hispano-francesa contaban las otras dos expediciones españolas que completarían el bloqueo continental diseñado para acabar con los intereses de Gran Bretaña en Portugal: la de Taranco y la que mandaba Francisco Solano, marqués del Socorro, capitán general de Andalucía, encargado de ocupar el Alenteio y el Principado del Algarbe, en el Portugal Meridional.

En definitiva: cuatro Ejércitos, con tres mandos autónomos diferentes: Taranco, Solano y Junot, dado el papel asignado (y asumido, tras previa consulta) por las fuerzas de Carrafa, al operar bajo el mando supremo de este último.

Es muy importante retener todos estos detalles fundamentales, casi siempre confundidos, incluso en los textos portugueses mejor informados, para resaltar otro, aún más desconocido, llamado a tener importantes consecuencias andando el tiempo.

Los miles de integrantes de la caravana del general Taranco se concentraron en Tuy (al fondo del grabado). Cruzaron en bateles este tramo del río

La División que mandaba el capitán general del Reino de Galicia no era gallega en exclusiva. Llegados los regimientos de Asturias, León y distintos puntos del país gallego, los españoles se concentraron en la ciudad-fuerte de Tuy.

Los tres capitanes generales implicados en la ocupación de Portugal gozaban de toda la confianza de Godoy. En el caso de Taranco (“amigo mío de toda la vida”, escribió aquél) esa confianza se demostrará ilimitada.

Así pues, el 10 de diciembre, tras recibir de sus amanuenses las instrucciones secretas que le hacía llegar como “Serenísimo señor Príncipe Generalísimo Almirante” de los Ejércitos y la Marina de Carlos IV, rey de España, la espesa caravana se puso en movimiento. Con su cola de servicio, allegados y las inevitables damas de familia, servidumbre o compañía. En lo militar, la integraban seis regimientos de infantería de línea (4.915 hombres: Inmemorial del Rey, Príncipe, Toledo, León, Aragón y Voluntarios de la Corona); uno de infantería ligera (620: Navarra); la miliciana División de Granaderos Provinciales de Galicia (633: los pretorianos, por así decir, que daban custodia al propio capitán general); fuerzas de artillería de a pie (315 hombres y 12 piezas de artillería) y otra de ingenieros zapadores (101 hombres).

Mientras el complejo, lento y espectacular paso en embarcaciones del río Miño se producía, una avanzadilla comunicó las órdenes de ocupación a la villa fronteriza de Valença. El desconcierto de las autoridades locales, enorme, no se tradujo en enfrentamiento. Como las indicaciones de Lisboa eran claras y no tardaron en llegar, el variopinto conjunto prosiguió la marcha, dejando atrás las primeras guarniciones de vigilancia y control: Valença (Regimiento de Infantería del Príncipe); Camiña (Toledo); Viana (Aragón); Barcelos (León). Dada la ausencia de contratiempos, a pesar de la pequeñez de los días invernales, la comitiva se plantó en Oporto en tres jornadas.

Parecía, en efecto, un paseo militar, con banderas y músicas. Muy vistoso, espectacular incluso en algunos tramos del camino. Cuidado al detalle por el meticuloso general, no hubo pillaje ni constan excesos dignos de mención.

La huida a Brasil de la Casa Real portuguesa, poco antes de la entrada de Junot, condicionó la ocupación franco-español

Tanta normalidad era engañosa, sin embargo. Se trataba de una agresión tan grave a un Estado soberano como la toma de Lisboa por Junot, un día después de que –como se dijo- la Familia Real (la Casa de Bragança), contra el parecer de muchos portugueses de relieve (partidarios de Francia o Gran Bretaña) levaran anclas con rumbo a sus posesiones del Brasil. Con toda su flota y enormes riquezas, custodiadas por las banderas británicas de la Royal Navy.

Así pues, la Armada invencible, sin echar pie a tierra, ganaba la primera batalla al Ejército invencible, complicando todos los planes ibéricos del Emperador y convirtiendo en letra muerta los confusos pactos tramados con el embajador especial de su aliado, el rey de España. Dados los términos del enfrentamiento, la neutralidad era imposible. De principio a fin, quedó claro, una vez más, que en el Norte como en el Sur de la vieja Europa no se estaba produciendo un único bloqueo, el continental napoleónico. Había otro bloqueo marítimo simultáneo, igual de despiadado, el británico. La guerra era Total.

Parece ficción; pero fue realidad. Y por eso mismo resultaba tan difícil de creer.

Un viejo país atlántico, que tanto había batallado contra España por lograr y mantener su independencia, dotado de Ejército moderno, Milicia armada y Marina de cierta importancia, se entregaba sin combatir, en poco más de dos semanas, a las potencias antagónicas. Se podía aventurar que, antes o después, a poco que variaran las circunstancias, la calma trocaría en tempestad. Y así fue.

La enorme tragedia de la guerra peninsular ibérica entraba en vísperas…

En ese dramático contexto, la conciliadora proclama del general Taranco produjo lógico desconcierto. Y aun hoy, doscientos años más tarde, aluden con respeto a la política iniciada en Oporto por el virrey de Galicia (“modelo de dulzura e integridad”, Accurcio das Neves, 1810-1811) las historias de Portugal. Incluso las más proclives a la declamación patriótica.

Cola de servicio y aprovisionamiento de una caravana militar. Fragmento de “El Coloso”

LOS ORÍGENES DE LA EUROPA CONTEMPORÁNEA

(Ante las Elecciones Europeas)

Ataque británico a la capital de Dinamarca

A pesar de lo insólito del acontecimiento y de las formidables consecuencias que ha de tener esta ocupación para la Historia Internacional, nadie se tomó la molestia de explorar lo que aconteció en la Lusitania Septentrional a partir de ese momento.

Para los historiadores portugueses, todo fue como un mal sueño, casi incomprensible. En las historias de España, las ocupaciones hispano-francesas de Dinamarca o Portugal apenas ocupan espacio. Parecen anécdotas. Más dignas de tratamiento literario que del discurso patriótico predominante en la llamada Guerra de la Independencia. Sin embargo, para el francés Thiers, en aquellos días de ocupación se estaba asistiendo al principio del fin de un personaje extraordinario, por quien sentía el historiador admiración incontenida: Napoleón Bonaparte

Doscientos años más tarde, el nivel de los estudios acerca del insólito acontecimiento apenas ha mejorado, a pesar del dineral que los Gobiernos están gastando en miles de actos, dramatizaciones populares, exposiciones, discursos y convites oficiales. Así pues, cuando políticos y funcionarios hablan de euro-región atlántica, sus definidores desconocen esta historia, como tantas otras relativas a la formación de la Europa contemporánea y a su intrahistoria social, económica y cultural. Un lujo costoso, muy propio del inculto y desdichado despotismo burocrático que nos agobia.

Acostumbrados de viejo a colmar lagunas incomprensibles como investigadores silvestres, aprovecharemos las elecciones al Parlamento Europeo para iniciar el relato de algunos episodios fascinantes, de enorme alcance y no poca actualidad, cargados de fondos y trasfondos, envueltos en un mar de confusiones, pese a estar aludiendo a los realísimos orígenes de la Europa de hoy. Esto es: a los orígenes de cuanto vino después. No sólo para los atlánticos gallegos, asturianos, leoneses, castellanos, extremeños o andaluces, que participaron (como protagonistas, en primer plano) en la histórica ocupación, también para los españoles, portugueses, franceses, británicos o americanos, que acabaron envueltos en el trágico desastre de las guerras peninsulares.

Un momento de confraternidad de españoles y franceses en misiones de ocupación y bloqueo continental


EL HUMOR EN EL MUNDO

Nadie puede ganar sin que otro pierda (Lucio Anneo Séneca)
OPINIÓN
RICARDO

lunes, 8 de junio de 2009

CARTAS DESDE BARCELONA

EL ALCALDE HEREU Y EL PRESIDENTE LAPORTA,

LA SAGRERA Y BELLVITGE-HOSPITALET.

Rafael del Barco Carreras

Dos elucubraciones inmobiliarias que en este Mayo del 2009 son de disparate. Se diría que el TRIPLETE del Barça legitima al alcalde y al presidente del Club de Fútbol. ¡Más Barcelona, más pisos, más locales, más oficinas! ¿Y lo invendible en DIAGONAL-FÓRUM, en toda la ciudad, y otro tanto en HOSPITALET? Se moverá dinero, 300 millones de € para la urbanización del Pelotazo LAPORTA, 22 hectáreas, y añaden en puro populismo que se crearán 5.000 puestos de trabajo. Y la Sagrera, insiste una vez más el alcalde, se financiará en un 62% con la venta de terrenos. ¿A quién? ¿Al CONSORCIO DE LA ZONA FRANCA, inmobiliaria pública? O el Consorcio, promotor del rascacielos de Frank Gehry paralizado por la crisis (clicar en PROYECTO LA SAGRERA o www.elconsorci.net para ver los sueños del Faraón o de quienes le colocaron en la alcaldía), con terrenos ¡comprados al Ejército!, o de la RENFE, los venderá a otra promotora pública, semipública, Telefónica o similar, o filial de su asociada la Caixa de Cataluña.
Pelotas financieras de gran envergadura. Se promueve para especular y “levantar” dinero bancario. El cuento de la lechera donde la leche no se derrama sino que se reparte. Ver imágenes de La Sagrera, Bellvitge y San Andrés de la Barca en www.lagrancorrupcion.blogspot.com
No escarmientan, ni se reciclan. Nadie piensa en financiar el tejido empresarial y productivo creador de la rica Cataluña, ahora en declive. No hay créditos, pero sin duda los dos piensan en otro saqueo a las CAIXAS… con la CONSTRUCCIÓN, más BURBUJA… más “titulaciones” al BCE… un paquete de hipotecas de esos terrenos artificialmente revalorizados… y dinero…

Hereu predica un crecimiento, la Barcelona del futuro, sostenible, con brillantes superedificios, y con el Estado de dinamizador y eje, o sea, el Socialismo, donde unos extraños “soviets” aprueban operaciones financieras de puro oscurantismo, de “amigocracia”. Más FÓRUM.

Recuerdo el Bellvitge de sus inicios. La aberrante preconstrucción con placas de hormigón (la peor de las ciudades dormitorio “privadas” de los 60) pero donde miles de obreros encontraron un techo por 150.000 pesetas firmando letras de 1.500 al mes. Intervine a mis 30 años en la venta de los primeros módulos comerciales, creo recordar a unas 6.000 PESETAS METRO CUADRADO. No compararé, pero absolutamente nadie de la capacidad de compra de aquella población encuentra ahora vivienda, ni buena ni mala, ni cuarenta metros de hormigón prefabricado ni sin prefabricar. Y sobran un millón de pisos. Por no encontrar, ni trabajo. Los propios hijos se amontonan sin posible salida de aquella imposible vivienda paterna, o viejos dueños las alquilan y convierten en “pisos patera”. Las barracas de hormigón, fabelas camufladas. La Barcelona de mi niñez, los 50. Pero peor, sin sueños y con droga, mucha droga. La Barcelona progre y socialista.

Pero es más, la siguiente generación de los compradores de mis promociones en la Solana del Llobregat de San Andrés de la Barca (y varias más), venta entre 900.000 y 1.000.000 de pesetas (con varias corrupciones y crisis incluidas) con calidad de construcción muy superior, actual, 1970, tampoco la encuentran. Hipoteca de 400.000 pesetas a doce años con carencia de dos, entradas de 100.000, y letras a convenir de hasta 10.000 a cinco años. Un obrero pagaría su vivienda en CINCO años, ¡y comería!, ahora necesita VEINTE, quizá de peor calidad, y ¡sin comer!
Los actuales “pelotazos” urbanísticos no se programan para este tipo de comprador, popular y obrero. Se destinan en teoría y proyecto un porcentaje de viviendas a “precio fijado” “sociales”, o para reparto por el Poder, y ¡a especular!... el diamante del cuento… entre ejecutivos amiguetes… “tú me compras ese terreno, y yo 100 pisos para el fondo inmobiliario tal o cual”… te vendo Riofisa (a quien jamás la pagará) y contabilizo 305 millones de euros de beneficios, elucubración de Narcís Serra solucionando las cuentas de explotación del 2007 de su Caixa de Cataluña.
Y hablando de ejecutivos e inmobiliarias, al tiempo que el GRUPO CAIXA DE CATALUÑA despide y rediseña plantillas recontrata a un tal Eduard Mendiluce de Inmobiliaria Colonial… de oca a oca, y a cual peor. El trasiego de ejecutivos de caixas y bancos a inmobiliarias, y viceversa tras la quiebra, demostraría la mafiosa depredación que ha conducido al País y su Sistema Financiero al mayor crack de su Historia. Un crack, que lejos de los suicidios del 29, ha producido inmensas fortunas entre ejecutivos, directivos, políticos y sus “hombres de paja” los inmobiliarios y constructores, que sumados a los narcotraficantes, acumulan la mayor cifra de “dinero negro” de Europa, e infinitas cuentas por todo el Mundo.
















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