Redacción BBC Mundo |
Tras hacer un despliegue apoteósico de sus recursos y de su creatividad en la ceremonia de apertura de los Juegos de Pekín, China inauguró oficialmente las XXIX Olimpiadas de la historia.
recorrido aéreo del Estadio Olímpico de Pekín.
En un fascinante espectáculo de percusión, cientos de tambores, electrónicamente iluminados, hicieron la cuenta regresiva para darle inicio a la cita olímpica, que comenzó exactamente a las 8:08 de la noche (hora local).
Después de cuatro horas, China abrió un capítulo clave en su historia contemporánea, pues pese a la presión internacional y de organismos defensores de los derechos humanos, el gigante asiático siguió con el cronograma establecido: el 8 de agosto de 2008 quedaron inauguradas las Olimpiadas.
El enviado especial de BBC Mundo a Pekín, Rafael Chacón, calificó el evento como "impecable".
"La belleza artística estuvo acompañada de una precisión casi militar", dijo Chacón.
Una lluvia de fuegos pirotécnicos y una secuencia de coreografías que evocaban la milenaria cultura china, hipnotizaron a las 90.000 almas presentes en el estadio olímpico de Pekín, conocido como el "Nido de pájaros".
Alrededor de 15.000 personas participaron en la ceremonia, que fue vista a través de la televisión por cerca de 1.000 millones de personas.
"Ojalá que estos Juegos Olímpicos les traigan diversión, esperanza y paz", dijo el presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge.
"Durante mucho tiempo, China había soñado con abrir sus puertas e invitar a los atletas del mundo a Pekín".
Milenios
Ochenta jefes de gobierno y Estado de todo el mundo, entre ellos los líderes de Estados Unidos, George W. Bush, de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Rusia, Vladimir Putin, asistieron a la ceremonia.
Felix Sanchez, medallista de oro en Atenas, guió a los dominicanos en el desfile. |
11.000 atletas se hicieron presentes en la apertura, en la que se fundió la tradición de los herederos de Confucio y lo más avanzado de la tecnología del siglo XXI
Un papiro de 20 metros llenó de luz el recinto, que después recibió desde el cielo a dos astronautas.
Un planeta gigante fue recorrido por acróbatas y la presencia de los niños llenó de magia el lugar.
Las 205 delegaciones desfilaron con sus respectivos abanderados, quienes hicieron la procesión de acuerdo con el orden del alfabeto chino.
Los primeros atletas en desfilar fueron los griegos y los últimos fueron los chinos, cuya delegación de 639 deportistas fue guiada por el jugador de baloncesto Yao Ming, quien estuvo acompañado de Lin Hao, un niño de nueve años, héroe del terremoto que sacudió la provincia de Sichuan.
"La emoción estuvo presente todo el tiempo, especialmente cuando la delegación china salió. 'Vamos China, vamos China', decían los aficionados", indicó el enviado especial de BBC Mundo.
La primera delegación latinoamericana en aparecer fue la ecuatoriana.
La llama vuela
Uno de los clímax de la ceremonia se produjo cuando el atleta chino, Li Ning, encargado del último relevo, recorrió todo el estadio suspendido en el aire y encendió el pebetero, con forma de antorcha gigante, que lucirá la llama olímpica durante las próximas dos semanas.
Tras el despliegue de estrictas medidas de seguridad en Pekín, la ceremonia se llevó a cabo sin ningún percance. Días antes, la tensión había sacudido a las autoridades, cuando un ataque de tinte terrorista dejó 16 policías muertos en un puesto fronterizo en la ciudad de Kashgar, en la provincia de Xinjiang, ubicada en el extremo oeste de China.
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