Recorrido por el infierno de la Corrupción y la Desidia.
Rafael del Barco Carreras
En la propia Tele Española (por Tele me refiero a “todas” que son “una”) parecía que se sorprendían cuando dieron la noticia que a una anciana de un pueblo le embargaban por la compra de 7 u 8 coches. Hace poco, pero el tema es viejo. A la anciana casi la matan del susto. La banca culpa a delincuentes de “alta tecnología”. No diré que no, que también, pero ni tan “alta tecnología” y abundando los propios empleados obviando los controles y menús internos, asociados o no con esos delincuentes. Y llegado a este punto la trompetería me soltará que las cifras son insignificantes, mínimas pérdidas dentro de las macrocifras. Pero si se suman a las hipotecas y créditos basura concedidos por simple corrupción, ya no son tan mínimas. Y a mayor cifra, y en las viviendas son de impacto, la intervención de niveles superiores es no solo supuesta sino indispensable. Ya ha sucedido quien para su estupor ha comprado un piso de 70.000.000 millones de las antiguas pesetas.
Resumiré mi experiencia, englobada en una serie de ataques personales. He de advertir que si un poderoso bufete se propone anular a un individuo no necesita pistolas, aunque en un conocido caso las utilizaron. Policías y juzgados ayudarán consciente o inconscientemente. ¡Y mi caso no es único! Varias sentencias y pruebas irrefutables han solucionado el grueso del problema, ver www.lagrancorrupcion.com pero colean los daños colaterales. Primero el embargo, y después el Ayuntamiento de Barcelona intentando cobrar y embargar por un SEAT, matrícula 5773 BMD, que jamás compré. Existen más deudas bancarias y “otras” “archivadas” ante la evidencia de la falsedad del titular y la total imposibilidad de mi supuesta repetidísima presencia. Por ser, hasta fui promotor y ejecutivo en unas obras, y yo, primero en la cárcel, y huido de España después. He de advertir que no huí de la Justicia sino de mis “vigilantes y seguidores” no “oficiales”. La fantasía peliculera se queda corta en Barcelona, ciudad hipócrita y corrupta donde las haya. Mi querida ciudad, a donde siempre vuelvo. El director de una agencia de la CAIXA me niega las cuentas supuestamente mías, al igual que la oficina de ejecución de la Seguridad Social. Por haber había docenas de obreros contratados por un Rafael del Barco que evidentemente no era yo. Y talones con denuncia en la Guardia Civil de San Andrés de la Barca, contestando al denunciante que era imposible que el verdadero Del Barco le entregara ese talón, por estar en Brians, y extrañamente sin ni permisos.
El calvario. Solucionada mi situación con la Justicia visito al concesionario, AUTO INDEPENDENCIA, c. Independencia n. 313 de Barcelona, que aseguran que yo no compré ese coche, y tampoco abrí la cuenta donde domiciliaron los pagos. Habían pasado unos cuatro años y jamás se recibieron en mi domicilio, debidamente empadronado, ningún documento. A la pregunta de cómo se vende un coche a un hombre de 60 años sin empleo y bienes, y ¡en busca y captura!, se encogen de hombros. Toda la documentación falsa y ninguna comprobación. En Jefatura deTráfico, certifico que se usó un DNI falso, y dejo constancia por escrito, debidamente sellado. En el Ayuntamiento insisten que debo denunciar y con la sentencia anularán las inscripciones y cargos. ¡Sentencia! En los Juzgados por el proceso de embargo, y en varias citaciones, alego lo obvio. Seguirán citaciones hasta pedirme las llaves. Mi respuesta, producto de mi amplísima experiencia en los juzgados, siempre víctima y perdiendo, que Auto Independencia o la Financiera Wolsvagen deben interponer denuncia por ser los estafados, al igual que cada uno de los funcionarios públicos a quien me dirijo por conocer la evidente autoría de un delito, que ni loco denunciaré pagando un abogado y procurador, que además el tema duraría años. Para más INRI existe un parte de accidente donde la compañía de seguros paga… y nadie comprobó la falsedad del conductor.
Y así estamos. En la última comunicación, la pegatina de aparcamiento para el 2009, en zona azul, verde, amarillo, o negro…que es como me pongo cada vez que recibo un papel del susodicho coche. Con mi Ayuntamiento solo me ocurren desgracias… ésta es la menor. Tengo una pequeña ventaja, mi completa insolvencia, y la inembargable pensión.
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