José Luis Rodríguez Zapatero por fin se gradúa en política internacional. El próximo 15 de mayo, el presidente del Gobierno, ataviado con la toga y birrete propia de todo acto académico, será nombrado doctor honoris causa por la Universidad de San Marcos de Lima en un reconocimiento a la amistad y buena sintonía que el líder socialista ha sabido tender hacia el pueblo peruano.
La política exterior no es uno de los puntos fuertes ni una de las prioridades de Rodríguez Zapatero, tal y como quedó reflejado en la última cumbre de la OTAN celebrada en Bucarest. Una cita en la que la que el presidente quedó retratado como un líder solitario, con poca influencia en Europa e incapaz de establecer unas relaciones normales con la Casa Blanca. Con esa espina clavada en su imagen exterior, Rodríguez Zapatero participará el próximo 16 de mayo en Lima en la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de América Latina, Caribe y Unión Europea, a la que asistirán 46 mandatarios y que se centrará en la lucha contra la pobreza y en el desarrollo sostenible. Un foro en el que el presidente del Gobierno podrá resarcirse de los sinsabores cosechados en Bucarest y en el que comparecerá solo 24 horas después de recibir su primer doctorado honoris causa a su labor internacional.
El acto universitario está previsto, según señalan fuentes de La Moncloa, para las siete de la tarde del día 15 de mayo y será el broche final a una jornada en la que Zapatero se entrevistará por la mañana en Brasilia con el presidente brasileño, Luiz Ignacio Lula da Silva, y por la tarde con Alán García, su homólogo peruano. En la ceremonia, Zapatero compartirá protagonismo con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, que recibirá la misma distinción.
Es la primera vez que Zapatero obtiene este título honorífico, otorgado discrecionalmente por las centros académicos y que han recibido en numerosas ocasiones sus antecesores José María Aznar, Felipe González y Adolfo Suárez. De hecho, desde la oficina de Información Internacional de La Moncloa se resta importancia a un acto que, sin embargo, ha tardado más de cuatro años en producirse.
“Honoris” sin causas
En los últimos tiempos, la concesión de este tipo de doctorados ha generado a partes iguales polémica y estupor en la comunidad académica y en la sociedad. Una larga lista de gobernantes con mayor o menor currículo democrático han sido agasajados con el más alto reconocimiento del claustro universitario. Ejemplos recientes dan fe de ello, como Hugo Chávez que aglutina cinco doctorados. Otro caso, el de Santiago Carrillo, histórico dirigente del Partido Comunista, que fue investido honoris causa por la Universidad Autónoma de Madrid en una ceremonia repleta de interrupciones e incidentes. Por otro lado, las Universidades de Santiago y Salamanca decidieron el año pasado, en un ejercicio de memoria histórica, retirar el título de doctorado que concedieron en 1965 y 1954 al General Franco.
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