Siguiendo la estela de la muestra Ecos de Velázquez, la Fundación Cajamurcia, esta vez con Ecos de Miguel Ángel, reafirma su deseo de acercarse a los grandes artistas y a la influencia que estos ejercieron sobre sus coetáneos. La curiosa visión del legado de este genio singular convierte la Sala Belluga Cajamurcia, una vez más, en el espacio para una nueva colaboración entre Fundación Rodríguez-Acosta y Fundación Cajamurcia.
Esta exposición trata de mostrar, a través de un pequeño conjunto de pinturas y esculturas reunidas por el arqueólogo e historiador del arte Manuel Gómez-Moreno Martínez (Granada, 1870-Madrid, 1970), la influencia de Miguel Ángel Buonarroti en la obra de sus contemporáneos y seguidores de la segunda mitad del siglo XVI, así como su proyección en el arte de la España de 1600. Aunque el artista no puso directamente las manos en ninguna de ellas, éstas transmiten en diversa medida su inigualable genio artístico y la intensidad de su pensamiento. La presencia de esas piezas en el Legado Gómez-Moreno se relaciona evidentemente con la circunstancia de haber sido Gómez-Moreno descubridor y divulgador de ciertas creaciones del artista florentino existentes en nuestro país. Dos de las piezas exhibidas pertenecen a colecciones particulares, pero están estrechamente vinculadas a los estudios de Gómez-Moreno, quien las conoció y apreció.
Una selección de grabados, libros, fotografías y documentos completan la muestra. A comienzos del siglo XX la única obra conocida de Miguel Ángel en España era un dibujo preparatorio para la sibila Líbica de la Capilla Sixtina. Fue vendido rápidamente y acabó en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Ninguna otra referencia de obras suyas hubo en nuestro país hasta que en 1930 Gómez-Moreno dio a conocer, con sólida atribución a Miguel Ángel, una escultura de mármol que representaba a San Juan Bautista Niño, conservada en la iglesia de El Salvador, en Úbeda (Jaén). La identificó con el San Giovanino que labrara en 1496 el artista para Lorenzo di Pierfrancesco de Medici y que se daba por perdido. Por desgracia, la bellísima escultura fue destruida muy pocos años después, durante la Guerra Civil.
Horario:
De martes a sábados, de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 h.
Domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 h.
Días de cierre: todos los lunes, 24, 25 y 31 de diciembre de 2008, 1 y 6 de enero de 2009
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