Según el director general García Lidón, "el cultivo de coliflor ha irrumpido con fuerza y ha entrado ya en la rotación de cultivos, dentro de la campaña hortícola de otoño-invierno"
García Lidón apunta que "la evolución de las sociedades desarrolladas tiende a reducir el número de miembros por familia, lo cual genera nuevos hábitos de consumo y plantea la necesidad de cambios en la oferta de frutas y hortalizas"
La Consejería de Agricultura y Agua prevé que el cultivo de la coliflor en la Región aumentará en los próximos años con la aparición de nuevas variedades. Así lo refleja el estudio ‘Coliflor y Romanesco (tipo mini). Cultivo y variedades’, recién editado por la Consejería, que recoge el trabajo de evaluación agronómica y comercial del nuevo material vegetal que aparece en el mercado, así como diversas técnicas de cultivo, marcos de plantación, control integrado y ciclos de cultivo, entre otros aspectos.
La finalidad de dicho estudio (que ha sido desarrollado durante los tres últimos años en el Centro de Demostración y Transferencia Tecnológica ‘El Mirador’ es valorar los cultivos de coliflor y romanesco, tipo mini, ofertados por las distintas casas comerciales y seleccionar aquellos que agrupen la recolección en el menor tiempo y a la vez su ciclo de cultivo sea lo más corto posible; todo ello complementado con los parámetros de calidad idóneos para su comercialización. Asimismo trata de conocer la densidad de plantación más adecuada, en las fechas tradicionales de trasplante en la zona del campo de Cartagena.
Según el director general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, “el cultivo de la coliflor ha irrumpido con fuerza y ha entrado ya en la rotación de cultivos, dentro de la campaña hortícola de otoño-invierno”.
En este sentido apunta que “su buena adaptabilidad a la zona, su escasa sensibilidad al virus del bronceado, la diversidad de la demanda para fresco, congelados y cuarta gama, así como la posibilidad de ofertar un producto de calidad en fechas en las que el clima de otras zonas no lo permite, hacen que este cultivo tenga buenas perspectivas de futuro”.
Profundo cambio
El profundo cambio experimentado en este cultivo ha sido posible, según el responsable autonómico, “gracias a la aparición de nuevas variedades híbridas que han resuelto el problema de los ciclos de cultivo en diversas condiciones climáticas, lo que ha permitido a nuestras empresas comercializar el producto durante el período de noviembre a marzo, con la calidad que actualmente demanda el mercado europeo”.
La introducción del cultivo del broculi en la Región, a mediados de los años 80, supuso una fuerte competencia para la colifor. Tanto es así que hace 10 años la superficie dedicada a esta última era de 373 hectáreas. Sin embargo en la actualidad la superficie cultivada supera las 1.200 hectáreas, lo que representa un incremento de superior al 200 por ciento. La mayor parte de las plantaciones de coliflor se encuentran en el campo de Cartagena.
En este sentido García Lidón apunta que, en el aspecto varietal, “hemos pasado en pocos años de producir nuestra variedad autóctona ‘Pava murciana’ y otras similares, que se recolectaban con tres kilos de peso y presentaban problemas de amarilleamiento por falta de cubrición de la pella, a los actuales cultivares cuyas hojas envuelven toda la inflorescencia”.
Asimismo añade que “la evolución de las sociedades desarrolladas tiende a reducir el número de miembros por familia, lo cual genera nuevos hábitos de consumo y plantea la necesidad de cambios en la oferta de frutas y hortalizas”. Al respecto señala que “coliflores como la variedad mini se comercializan en bandejas de dos unidades con un peso aproximado de 200 gramos y se adaptan mejor a esta nueva situación de la demanda del mercado”.
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