No me consta la existencia de estadísticas acerca de los mortales que han logrado vivir del cuento y la propaganda toda la vida; pero a todos nos consta que haber hailos. Y que no son tan pocos como pudiera parecer.
Por veces estoy tentado a pensar que nuestro Pequeño Mundo es el único espacio conocido del Universo en el que merodean, sobre todo, dos especies: los Vividores y los Currantes.
Tampoco sería muy difícil conseguir cierto consenso en lo que hace a la sobre-abundancia de los primeros en los segmentos burocráticos, cada vez más amplios, de las sociedades actuales, y sobre todo, en los que –desde este campo- se incorporan a la vida político-sindical y a su necesaria representación mediática, artística e intelectual.
Pasadas las Elecciones Generales Españolas y los Congresos respectivos de los dos únicos Partidos Políticos triunfadores, llega la hora de retornar a estas impresiones ligeras, centradas en lo que nos parece más sintomático de la llamada actualidad.
Las cábalas anteriores acabarán por venir a cuento de lo que trato de formular.
Vencedores y Vencidos.
En las últimas elecciones españolas hubo dos únicos ganadores. Aunque los unos digan lo contrario de los otros, ambos lograron una votación que (como poco) nos parece “extraña”; pero incontestable.
La derrota de los demás Partidos fue dura, rigurosa y justa. Al fin y al cabo, como hemos comprobado en estos años de despotismo burocrático formal-demócrata (valga la contradicción), los pequeños Partidos (sin excluir los local-patrióticos) adolecen de lo mismo que los generales. Se vendieron, además, durante toda la legislatura, al mejor postor, y éste acabó dándoles el abrazo de Drácula.
Al ponerse a resguardo de lo único que todos hacen, con rigor digno de mejor causa, el Presupuesto quedó esquilmado; pero los pequeños partidos también quedaron reducidos a mínima representación, incluso en los pagos fronterizos donde se guarecen los profesionales locales de las distintas patrias.
Marca o Sucedáneo
(La metáfora de los precios de la miel)
Siempre que se ofrece lo mismo al mismo precio, los compradores preferimos la Marca al Sucedáneo. Pocas veces reparamos en que el arte del vendedor radica en hacer lo que uno de mis parientes más revolucionarios hacía con la miel que fabricaba. Ponía dos precios distintos al mismo producto, los presentaba en dos vasijas diferentes y el cliente pagaba la que, según su parecer, era la “buena” o “la mejor”.
El sabor no rezaba y el precio respondía al truco de la luz.
Los “malditos votantes” votaron Psoe. Esto es: votaron las siglas de un partido histórico de los llamados de clase: el Partido Socialista Obrero Español, PSOE, sin más adjetivos. El de nuestro difunto paisano, Pablo Iglesias. Lo hicieron, pienso, llevados de la creencia de que ese Partido tiene algo que ver con el de hoy; pero el de hoy (como también sucede con los sindicatos que se dicen de clase) no guarda la más mínima relación con su historial, ni con la clase a la que sus siglas históricas se refieren.
La Marca se vende como si fuera la vieja; pero no es la histórica. Y aquí radica nuestra extrañeza. Porque, conociendo la adulteración que ha sufrido, el control de calidad de los últimos cuatro años tampoco merecía (en nuestro concepto) premio semejante.
La miel y los labios
Lo mismo se puede decir, con simetría rigurosa, de la Única oposición.
También en este caso quienes quisieron penalizar al Gobierno, por su desdichada gestión, prefirieron Marca a Sucedáneo: votaron Pp.
El éxito de este Partido fue indiscutible. Como en las penúltimas elecciones (las municipales). Sin embargo, en aquel entonces, nuestros Partidos Sucedáneos (que equivalen en la zoología política a los parásitos zoológicos)se pegaron como lapas a la Marca falsificada, y los que a sí mismos se llaman populares quedaron con la miel del Poder en los labios. Estaban, pues, condenados a ganar de manera aún más contundente. Y sólo ganaron votos, muchísimos votos, pero no los suficientes. Así pues, dada su lógica, los buenos resultados parecieron malos al sector más añejo de su propia Marca, porque el Presupuesto, su único objetivo, seguirá lejos de su control… salvo que llegue la hecatombe económica que, ni unos ni otros, supieron prever, definir o conjurar.
Así las cosas, los dos vencedores celebraron los Congresos respectivos, en medio de un deterioro económico-social que sólo los ciegos se negaron a reconocer, después de una década de bonanza macroeconómica donde la Empleomanía partidaria y el derroche de todas las Administraciones Públicas fue, una vez más, lo único incuestionable. Una bonanza, pues, que nadie supo administrar en favor del futuro de paganos, currantes, inmigrantes…, de cuyos trabajos viven todos los demás.
Los escudos burocráticos
¿Quedó algo claro después de Consultas y Congresos? Para nosotros, sí.
Que con las reglas del juego vigentes, la suerte está echada. Digan lo que digan unos y otros, de fronteras adentro nadie osará cambiarlas. Las operaciones seguirán siendo cosméticas y propagandísticas, porque desde los líderes alternativos a las bases de todo el aparato partidario, todos entienden que el sistema funciona (para sus intereses) mucho mejor de lo que cabría esperar.
¿Derechas, Izquierdas, Centro, Periferia? ¿Naciones, Patria, Pueblo, Soberanía Nacional? ¡El truco de la luz! Cuando las cosas vienen mal dadas, como en el día, la culpa de todos los males es internacional. Esto es: las burocracias estatales se escudan en las super-estatales o en las mini-estatales de las llamadas autonomías. O viceversa.
Sin responsabilidades, la Jauja de unos y otros se mantiene, transversal y fronteriza al mismo tiempo.
Meras maquinarias electorales a la caza del Presupuesto, sólo de la caza de votos se preocupan los Partidos. ¿Regeneración? La regeneración desde dentro siempre vino a ser algo así como el timo de la estampita. Habrá, no lo niego, más o menos faldas o/y pantalones multicolores en los Congresos o Congresillos. Jovencitos y jovencitas lucirán torso y juventud, con o sin corbata; pero el Golpe de Estado de los pasivos sobre los activos continuará campante entre nosotros, mientras la Sociedad no se movilice de forma contundente, francamente revolucionaria. Y tampoco se ven trazas de que tal cosa vaya a suceder. Ni aquí, ni en el entorno... a pesar de la que está cayendo. Un mundo al revés
La única Revolución posible en el Pequeño Mundo (ya lo dijeron los clásicos del socialismo cuando eran demócratas, socialistas, anarquistas e internacionalistas al mismo tiempo) sólo puede ser local e internacional. Justo lo que no es en parte alguna.
El invento burocrático de las Fronteras, los Estados nacionales o las Pequeñas patrias mediocráticas, es como el viejo truco del almendruco (“para ti la cáscara, para mi el fruto”). El juego de la luz de la metáfora.
Trucado desde hace muchas décadas el sistema de captación de la casta partidaria y gobernante en los Estados Nacionales,sólo puede producir lo que produce. En España, al proceder -casi en exclusiva- de funcionarios vitalicios (y de aspirantes a serlo), mandan y mandarán, como hoy, los de las 14 pagas (casi siempre muy bien casados con sus damas, idem de idem, ahora beneficiadas por la lógica electorera llamada paritaria, con perdón).
La Empleomanía del Siglo XIX era un juego de niños, comparada con la de nuestros días. Lo mismo se puede decir de la Endogamia o el Corporativismo. Del caciquismo institucional ni se habla, porque en silencio se caciquea mejor. Los cesantes de antaño, que ejercían de conspiradores permanentes (para recuperar carguitos y mandiños), eran unos héroes, si se comparan con los antiheroicos caídos en desgracia por la sañuda politización burocrática y partidaria en nuestros días, cuando los ex ministros, ex directores, ex secretarios, ex lo que sea, mantienen sus cuantiosas pagas y destinos.
La intriga, el espionaje y la conspiración para el retorno, no les cuesta un duro. Hasta se puede hacer a través del teléfono oficial. Todo con cargo al Presupuesto.
La locura como terapia
Apoyados por sus sindicatos, los más incapacitados para entender el mundo de los que tienen que inventar a diario el día siguiente, nos gobiernan. Los Servidores de la Sociedad se han convertido en Príncipes de una Dinastía endogámica que –como todo lo que es real y verdadero- aún está por estudiar, dado el silencio que mantiene acerca de ella la otra legión burocrática de profesores, periodistas, sociólogos, politólogos y demás U-Genios oficiosos y oficiales.
“¡Hay que volverse loco/ para olvidar que estamos recluidos!”, decía el poeta Carlos Oroza, magnífico y rotundo, en nuestra lejana juventud. En medio de una Dictadura impasible, autoritaria y arbitraria. En el Despotismo de nuestras Dictaduras electivas (Chomski dixit) sólo sucede (con rigurosa normalidad) lo que era de esperar.
Así las cosas, la tediosa “renovación” del todo sigue igual ha triunfado en España. Una elección más. Como las nuevas convocatorias están en puertas, los votantes ya saben cuál será el mandato del Gobierno y de los Partidos: “¡¡Votad, votad malditos!!”
Nota:
Escrito por José Antonio Durán
Leido en:
http://www.tallerediciones.com/cuza/modules.php?name=Your_Account&op=chgtheme
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