LA TRIBUNA DE 'LA VERDAD'

Mal, no; peor

10.06.2008 -
VICENTE MARTÍNEZ PUJALTE


Cuando el presidente Zapatero, en el debate de investidura, reconoció por fin que la economía española atravesaba un momento difícil que repercutiría negativamente en las familias, algunos creímos que el Gobierno había dejado atrás el electoralismo y que empezaba a ser consciente de la complicada situación en la que nos encontramos. Pero la alegría nos duró segundos. Según él, a pesar de todo, podíamos estar contentos porque seguíamos creciendo más que la media europea.

Pues no, lo cierto es que lo que decía, una vez más, no era verdad. En aquel momento se había cerrado ya el primer trimestre de 2008 y según el INE, España en ese período creció menos de la mitad que la media de la Unión Europea (un 0,3% frente a 0,7%). También decía que creábamos más empleo que la UE. Tampoco era verdad. 350.000 personas habían perdido su puesto de trabajo, se han destruido más de 100.000 empleos entre octubre de 2007 y marzo de 2008, y la tasa de paro se ha situado en el 9,6%, casi la mayor de toda la UE.

La verdad es que no extraña tanta ocultación de la verdad. Todavía retumban las palabras de Zapatero que llegó a tachar de «antipatriotas» a los que alertábamos de la situación en el último trimestre de 2007. La conversación con un empresario distinguido ha puesto en evidencia esa estrategia. Los malos diagnósticos están impidiendo ver la realidad y dificultan tomar medidas para afrontar la difícil situación.

Se ha acabado la inercia de fortaleza de nuestra economía y el modelo de crecimiento económico generador de empleo ya es historia. Ante una crisis (sí, crisis) internacional provocada por la inestabilidad del sector financiero, la subida de los productos energéticos, la caída de las expectativas y de la confianza de los agentes económicos, España es más vulnerable que otros países. ¿Por qué? El abultadísimo déficit exterior de la economía española. En marzo alcanzó el 12,1% del PIB, que nos hace enormemente dependientes de la financiación exterior, por la dependencia del petróleo -mucho mayor que por ejemplo la francesa que tiene nucleares- y por un modelo de crecimiento que ha dependido mucho del consumo interior, que atraviesa una profunda crisis arrastrando los índices de confianza.

Ya hasta Solbes reconoce que en 2008 no creceremos ni el 3,3 que dijo el Gobierno antes de aprobar el presupuesto, ni el 3,1 que dijo tras la aprobación, ni el 2,3 que mantiene desde el siguiente día de las elecciones. Hemos crecido el 0,3 en el primer trimestre y si esto no mejora, difícilmente llegaremos al 2%. La OCDE da ahora una previsión del 1,6% y, ¿qué supone esto? Supone destrucción de empleo, dificultades de las familias para llegar a fin de mes y aumento de los impagos.

¿Las medidas del Gobierno? Se resume su eficacia en una frase de la Memoria del Banco de España: «El Gobierno aprobó, el 18 de abril, un plan de estímulo económico, que incluye un conjunto de medidas con las que trata de ayudar a las familias y a las empresas (...). El efecto que pretenden sobre el sostenimiento de la actividad no está exento de algunas incertidumbres...» o sea, nada.

Siempre se ha dicho que donde hay tres economistas hay cuatro opiniones, pero si hay algo en lo que todos estamos de acuerdo es que para salir de esta crisis el primer paso es revertir las expectativas deprimidas sobre el futuro y aumentar la confianza de los hogares y las empresas en la economía. Hay que cambiar radicalmente y dejar de cargar toda la presión de la crisis sobre las familias y las PYMES. Hay que bajar presión fiscal, disminuir gasto público, aumentar la competencia en los mercados, reducir el Impuesto sobre Sociedades, tomar medidas que moderen el crecimiento de los precios, etc. En definitiva, cambiar el modelo del gobierno socialista.

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http://www.laverdad.es/murcia/prensa/20080610/opinion/peor-20080610.html