Con casi 70 años, Tina Turner empezó el miércoles por la noche su gira europea en la ciudad alemana de Colonia, y el acontecimiento es la coincidencia de varias historias muy largas.
Después de verla, las mujeres de su edad tienen un gran ejemplo a seguir. "Pero ella tiene su 'personal trainer' y todo lo demás", se consuela la alemana Jutta, de 63 años, quien presenció el concierto. "No hay comparación posible".
Y tiene razón. A Tina Turner, hoy con 69 años, no puede medírsela con la misma vara que al resto de los mortales. Por más que sus fans más fieles entre los 15.000 espectadores —que agotaron las entradas del estadio Lanxess de Colonia— hayan notado algunas diferencias respecto de su última gira de despedida.
Tina ya no ejecuta las grandes proezas acrobáticas de antaño, deja que el coro que siempre está atrás pase a primer plano y se da más tiempo para los cambios de vestuario, algo para lo que se apoya en un complejo arsenal técnico y escénico.
Pero de todos modos sigue siendo increíble cómo luce a su edad su minifalda brillante y sus leggins negros, camina sobre plataformas y con su voz ronca se apodera del estadio.
Desde la primera canción el público se rinde a sus pies, y después de la pausa la gente ya no vuelve a sentarse. Canta 'The Best', 'Better Be Good To Me', 'Goldeneye' y todos sus grandes éxitos de cinco décadas. Para 'We Don't Need Another Hero' se envuelve en el disfraz de ciencia ficción de la película 'Mad Max' con una peluca rubia de colosales dimensiones.
Colonia, de todos modos, es un un sitio en el que Tina juega con ventaja: no en vano vivió en la ciudad con su pareja alemana durante años. Sólo a quien es de la ciudad no le parece sorprendente.
Hay muchas historias del tiempo en que vivió allí que la tienen como protagonista, y prácticamente todos los habitantes de la ciudad renana dicen haberla conocido. Por ejemplo, su antiguo estilista, que también estaba entre el público del estadio y asegura que hoy saldrá a comer con ella.
El alemán Alfred Biolek, en cambio, contó que muchas veces salió a comer con ella, y que es de lo más agradable y divertida. "Completamente sencilla, aunque siempre mantiene cierta distancia, pero así tiene que ser cuando uno está con una estrella mundial", cuenta entusiasmado.
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