JOHN MÜLLER
14 de enero de 2009.- El negocio del momento es alquilar un buque petrolero. Después de cargarlo con unos dos millones de barriles de crudo comprados hoy a 40 dólares cada uno, hay que aparcarlo en una costa tranquila, alejada de los piratas (un puerto sería más seguro, pero hay que pagar derechos de muelle), o ponerlo a dar la vuelta al mundo hasta que llegue el mes de diciembre.
Si el mercado de futuros no engaña, al final de este año el barril costará 61 dólares. Son 21 dólares por barril. 42 millones de dólares de ganancia.
En estos momentos, al menos 25 superpetroleros han sido contratados con este fin. La compañía noruega Frontline, que maneja unos 50 de estos buques, ha informado que a finales de este mes ya podría tener alquilados 30 de sus superpetroleros.
A la izda, una avioneta sobrevuela el Sirius Star el pasado 9 de enero y arroja (dcha.) un bidón insumergible con tres millones de dólares como rescate. La marina de EEUU espió toda la operación. (Fotos: AP | US Navy)
Según el Times de Londres, Royal Dutch Shell ya habría alquilado al menos cuatro buques. British Petroleum, uno, y el grupo norteamericano Koch, otro.
Alquilar un superpetrolero de lujo cuesta 53.000 dólares diarios. Eso incluye la tripulación y los seguros. Grosso modo, si hay que alquilarlo 300 días nos saldrá por unos 15.900.000 dólares. Eso nos deja 26 millones de dólares libres de polvo y paja.
Nuestro beneficio podría mejorar si racaneamos con el alquiler (al final son 300 días de rendimiento asegurados), si prescindimos de tripulación o si nos ahorramos los seguros. Más ganancias, pero más riesgo.
El precio del petróleo se hundió en el segundo semestre del año pasado después de tocar en julio el valor récord de 147,27 dólares por barril. Ayer, el Brent cotizaba a 44 dólares el barril y el West Texas a un poco menos de 36 dólares. Cada dólar que baja son dos millones más de beneficio en nuestro superpetrolero.
Los que obviamente no sabían nada de este negocio eran los piratas somalíes que secuestraron el 15 de noviembre de 2008 el superpetrolero Sirius Star. El Sirius lleva dos millones de barriles. El día que fue secuestrado, el barril de Texas costaba 57,04 dólares. El 9 de enero pasado, una aeronave arrojó sobre el buque un paracaídas con un bidón insumergible que contenía 3 millones de dólares. Era el pago del rescate y fue fotografiado por la marina de EEUU. Ese día, el barril de Texas costaba 40,83 dólares. O sea que en dos meses de secuestro los piratas provocaron que la carga-rehén perdiera 32.420.000 dólares. Y a cambio les dieron 3 millones. ¡Menudo fiasco!.
leer+:http://www.elmundo.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario