- Desde hoy, 46 países deciden qué hacer con esta importante pesquería
- Para los científicos, la restricción de la pesca puede llegar demasiado tarde
- Los expertos piden que se regule la actividad para asegurar que sea sostenible
- Algunos parlamentarios denuncian que se han censurado datos cruciales
MADRID.- El futuro del atún rojo está a punto de decidirse, y del hombre depende evitar que el desenlace no sea más trágico de lo que ha sido su desarrollo. Hoy, el Comité Internacional para la Conservación del Atún del Atlántico (ICCAT, por sus siglas en inglés) mantendrá su reunión más crucial.
El atún rojo del Atlántico ('Thunnus thynnus'), el más cotizado de entre los túnidos, ha quedado literalmente diezmado en las últimas décadas: la pesca industrial lo ha dejado en el 10% de su población original.
Desde hace 15 años, haciendo oídos sordos a los científicos, las autoridades europeas han aumentado la capacidad de sus flotas para satisfacer la desbocada demanda de atún rojo. Colapsados los stocks del Golfo de México, sólo quedan grupos relativamente robustos, aunque muy amenazados, en el Atlántico oriental y el Mediterráneo. ¿Se continuarán pescando hasta que éstos también se agoten?
Durante la Cumbre de la Biodiversidad celebrada el mes pasado en Barcelona, 80 países aprobaron la resolución simbólica -impulsada por España- para salvar al atún: la creación de un santuario en el sur de las Islas Baleares, donde se halla la zona de desove más importante del mundo para la especie; la ampliación de los periodos de cierre de las pesquerías en el Mediterráneo de mayo a julio (actualmente, el atún es capturado en plena época de reproducción, lo que merma aún más a los stocks); un peso mínimo de 30 kilos por animal, y unas cuotas máximas de 15.000 toneladas anuales, tal y como recomiendan los científicos, frente a las 30.000 pescadas actualmente -algo que José Luis Cort, director del Instituto Oceanográfico de Santander y antiguo presidente del ICCAT, considera "inaceptable"- y las otras 30.000 ilegales que se comercializan.
Ahora, por primera vez en la turbulenta historia de la pesca del atún, el sí de Barcelona podría convertirse en algo más que un gesto de corrección política. En las últimas semanas, según WWF/Adena, varios de los hasta ahora núcleos duros de las negociaciones están dado su brazo a torcer. Lo difícil será mantener una postura común para la Unión Europea ante el ICCAT.
Posturas por países
ESPAÑA.Por ser el país con mayor cuota de captura de atún por derechos geográficos e históricos, España es el Estado con mayor capacidad de influencia sobre el resto. Si su postura ha sido hasta ahora bastante tímida, el actual Gobierno ha decidido a última hora liderar el endurecimiento de las medidas para conservar al atún. A la delegación española le corresponde presionar para que la postura común europea sea favorable a una moratoria.
ITALIA.Tras haber defendido las posturas más duras hasta hace muy poco, por tener una de las flotas pesqueras más sobredimensionadas de Europa y el problema añadido de la pesca ilegal y mafiosa, los argumentos italianos han dado un giro radical y defienden la imposición de una moratoria de un año hasta que se reestructure su sector. Con más de 200 barcos pesqueros, a Italia le sobra buena parte de la flota si quiere ajustarse a las cuotas establecidas por la UE.
FRANCIA. Francia sigue siendo la abanderada de "dejarlo todo como está", según WWF/Adena. Francia, que además ocupa la Presidencia europea, se enfrenta, como Italia, a un excedente de pesquero y se basa en el escepticismo de los datos científicos, que apuntan a un colapso del atún rojo.
«Los franceses dicen que sigue habiendo atún en el mar, pero es un efecto engañoso. A veces, con la sobrepesca, se percibe abundancia. Ya ocurrió con el bacalao: el rendimiento fue máximo hasta un mes antes del colapso total», explica Raúl García, de WWF/Adena.
EEUU.El Gobierno de Estados Unidos siempre se ha mostrado favorable a la conservación del atún rojo en el Atlántico oriental, principalmente porque su población, la del Golfo de México, se colapsó hace 30 años, y nuevos estudios han demostrado que ambas poblaciones se encuentran durante sus migraciones. Una colonia robusta en Europa podría, por lo tanto, repoblar los desaparecidos stocks norteamericanos.
JAPÓN.Japón es otro de los países con mayor poder de influencia, por ser el primer consumidor de túnidos. La posición nipona ha dado un paso al frente y ha anunciado que tomará medidas activas para lograr que la pesca del atún rojo sea sostenible.
ICCAT. El prestigio del ICCAT está en juego. Si en la reunión no se logra salvar al atún, el ICCAT teme que su existencia deje de tener sentido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario