Así engañamos a las FARC
- La operación se gestó durante cinco meses antes de llevarse a cabo
- Simularon un presunto traslado de los cautivos a la guarida de Alfonso Cano
- Uribe dio luz verde al plan: '¡Yo asumo la responsabilidad política!'
BOGOTÁ.- "Saben que pueden morir o quedar secuestrados en la selva". Los ocho miembros del comando escucharon la advertencia sin pestañear. Miraron al comandante de las Fuerzas Militares con la determinación de quien está convencido de su misión. Seguirían adelante pasara lo que pasara y traerían de vuelta a casa a los rehenes.
El comandante de las Fuerzas Militares, con 40 años de servicio, comprendió que la suerte estaba echada. Al día siguiente, el 2 de julio, se sintió tranquilo en cuanto abrió los ojos. No quedaba ningún cabo suelto, todo estaba perfectamente planeado.
La 'operación Jaque' había comenzado a gestarse cinco meses antes, cuando el Ejército detectó a los tres rehenes estadounidenses mientras se bañaban en el río Aporis. Semanas antes, con la ayuda de Washington, se habían colocado en algunos puntos de la selva unos sofisticados aparatos para enviar señales a un satélite. Ese fue el punto de partida de una idea que algunos consideraron una locura, usar los infiltrados en la guerrilla para hacer un montaje casi de película.
El plan parecía tan sencillo como imposible: harían creer a 'César', cabecilla del Frente 1º de las FARC y encargado de los rehenes más valiosos que Alfonso Cano, nuevo jefe supremo del grupo armado, había pedido que una comisión humanitaria trasladara a los cautivos hasta su guarida, en otra región del país. Contaban con la ventaja de que después de los golpes recibidos, las comunicaciones entre los altos mandos eran esporádicas, a veces solo con correos humanos.
'César' recibiría instrucciones precisas: llevar a los secuestrados hasta un punto en la selva situado a unos 150 km. Allí esperarían la llegada de la Comisión en un helicóptero que abordarían los rehenes con 'César' y 'Gafas'.
Cuando el general Padilla escuchó el plan, le pareció descabellado, aunque fue convenciéndose de que afinando detalles podía ser posible. El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos fue irónico al señalar que "eso no se ha visto ni en las películas". Sin embargo, dio luz verde para iniciar los preparativos.
Uribe: 'Asumo la responsabilidad'
Una vez que la operación estaba planificada, fue el momento de buscar la aprobación del presidente, Álvaro Uribe, el único que podía autorizar el rescate de Ingrid Betancourt, cuya hipotética muerte en una acción de este tipo hubiera traido consecuencias devastadoras. Uribe escuchó con atención y al acabar la explicación de los generales, dándose palmadas en las piernas, gritó: "¡Ya!¡Yo asumo la responsabilidad política!". El plan Jaque estaba en marcha.
Para el grupo de la supuesta comisión humanitaria escogieron a ocho personas: cuatro se harían pasar por delegados de la misma, dos como enlaces de la guerrilla y dos periodistas. A todos ellos les sometieron a un curso intensivo de arte dramático de dos semanas. Además, vieron las llegadas de los secuestrados que liberaron a comienzos de año para que todo tuviera el mismo aire.
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http://www.elmundo.es/elmundo/2008/07/04/internacional/1215139015.html
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