La Ruta Quetzal BBVA hermanará la ciudad con un archipiélago chileno descubierto en el siglo XVI por el navegante cartagenero Juan Fernández y que después inspiró la novela de Defoe
26.12.2008 -
ALIDA JULIANI (EFE)| MADRID
Ruta Quetzal
Reviviendo la novela del escritor británico Daniel Defoe, Robinson Crusoe, unos trescientos expedicionarios de la Ruta Quetzal BBVA «naufragarán» el próximo mes de junio en el archipiélago chileno de Juan Fernández, y seguirán los pasos de Alexander Selkirk, que vivió en una de sus islas entre los años 1704 y 1709.
Las aventuras del marino escocés sirvieron de fuente de inspiración a Defoe para crear el más célebre de sus personajes literarios, y rebautizaron dos de sus islas, la de Más Afuera, que en 1966 pasó a llamarse Alejandro Selkirk, y Más a Tierra, conocida actualmente como Robinson Crusoe, la única habitada.
A esta última, situada a unos 670 kilómetros de la costa chilena, llegará la expedición de ruteros el próximo 22 de junio.
Durante dos días y medio, la isla duplicará prácticamente su población, cifrada en unas 700 personas, que viven concentradas en la localidad de San Juan Bautista, en la costa sureste, según explicó a Efe el alcalde del archipiélago, Fernando Sancho.
Junto a él, el director de la Ruta, el periodista y expedicionario Miguel de la Quadra-Salcedo, recordó, que a pesar de que Selkirk le dio la fama mundial al lugar, fue el navegante Juan Fernández, natural de la ciudad española de Cartagena, el descubridor de las islas.
Por eso, como parte de los actos que se están organizando con motivo de la expedición, De la Quadra-Salcedo destacó el hermanamiento entre Cartagena y la isla de Chile.
Los jóvenes ruteros arribarán a Robinson Crusoe desde Valparaíso, a bordo del buque de la Armada chilena Valdivia, y atravesarán la isla en una caminata de diez horas, durante la que podrán disfrutar de la fauna y la flora autóctonas.
Los contrastes naturales que ofrece la tierra de Juan Fernández los llevará a adentrarse en zonas áridas, atravesar otras de espesa vegetación, para finalmente penetrar un área de selva semitropical, antes de llegar al poblado de San Juan Bautista, donde acamparán dos días, en la falda del cerro El Yunque, de 980 metros de altitud.
Allí convivirán con sus habitantes, dedicados casi en exclusiva a la pesca, y con ellos aprenderán a cazar langostas, ingrediente fundamental en su mesa y su principal recurso económico.
Pero sin duda la especie animal más interesante con la que se encontrarán los jóvenes expedicionarios la constituyen los lobos marinos de dos pelos, el único mamífero endémico del archipiélago.
Junto a ellos, el colibrí, en sus dos variedades, el picaflor rojo y el continental, y el neque, un ave rapaz pariente de las lechuzas, serán los compañeros de aventuras de los integrantes de la Ruta 2009.
Desde que Juan Fernández llegó a las islas en 1574, modificando el camino existente hasta el momento al evitar las corrientes contrarias, y reduciendo así el tiempo de navegación, son muchas las leyendas que se han transmitido de generación en generación.
La leyenda del tesoro
Entre ellas se encuentra la que señala la existencia de un tesoro, supuestamente enterrado allí por el navegante español Juan Esteban Ubilla y Echeverría, y luego desenterrado y vuelto a enterrar por el marino inglés Cornelius Webb, consistente en 600 barriles repletos de monedas de oro.
A pesar de ser una isla pequeña, Robinson Crusoe posee una gran riqueza histórica, que se plasma en el Fuerte de Santa Bárbara, construido por los españoles en 1749 como protección contra piratas y corsarios, y compuesto de seis fortines con artillería.
Además de visitar la fortaleza, los jóvenes de expedicionarios se adentrarán en la Cueva de los Patriotas, que sirvió de refugio a los chilenos desterrados en la isla en 1814 tras el desastre de Rancagua.
leer +:>>>>>>>>>>>>>>>>
leer +:>>>>>>>>>>>>>>>>
No hay comentarios:
Publicar un comentario