Rajoy ha reclamado al candidato que aclare cuál es el camino que va a seguir
CiU ha dicho que su grupo no puede apoyar la investidura por falta de confianza
Josu Erkoreka, del PNV, le ha echado en cara a Zapatero su mala gestión económica
Gaspar Llamazares, que se siente perjudicado, pidió una reforma de la ley electoral
MADRID.- Cada uno con su estilo, argumentos y reservas, pero al fin y al cabo una primera declaración de intenciones común. José Luis Rodríguez Zapatero, candidato a la presidencia del Gobierno, y el que será líder de la oposición, Mariano Rajoy, desterraron el discurso agrio, bronco y lleno de reproches de la pasada legislatura para abrir la puerta a una nueva etapa en la que ambos se emplazaron a lograr pactos de Estado.
El Congreso recuperó el debate sereno en la primera sesión de investidura de Zapatero, que este miércoles a partir de las 09.00 horas se enfrenta a la primera votación sin el apoyo del PP, CiU, PNV, ERC, BNG, IU e ICV. Aún faltan por intervenir CC, UPyD y NaBai (juntos, pero no revueltos, en el Grupo Mixto), pero previsiblemente no sea hasta 48 después cuando el líder socialista salga elegido por mayoría simple.
Zapatero y Rajoy mantuvieron su primer 'cara a cara' de la legislatura con los mismos discursos y las mismas diferencias, pero con matices que indican un clima diferente en el que es posible que alcancen unos pactos imposibles de conseguir hasta ahora.
No obstante, esa predisposición no ha impedido que el líder del PP haya anunciado el voto negativo a la investidura ni que hayan quedado ocultas las notables diferencias entre los proyectos que representan Zapatero y Rajoy en un amplio abanico de asuntos como la respuesta que ha de darse a la desaceleración de la economía o el problema del agua.
Si Zapatero había apelado al entendimiento que permita que el Gobierno y el PP -sin olvidar en ningún momento al resto de grupos parlamentarios- aúnen sus fuerzas en asuntos de Estado como la lucha antiterrorista y la renovación del Consejo General del Poder Judicial o del Tribunal Constitucional, Rajoy no ha eludido el emplazamiento. De hecho, ha asegurado estar "convencido y predispuesto" a conseguir esos pactos después de interpretar que la llamada de Zapatero es una "rectificación" de sus actitudes pasadas y ha hecho énfasis en la prioridad de suscribir esos acuerdos juntos porque representan el 92% de la Cámara.
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