22 de Mayo de 2008 - 11:13:19 -
Pío Moa
Siempre me sorprendió la facilidad con que personajes políticamente abyectos como los Pachi López desplazaron en las Vascongadas a los Redondo Terreros: la escasa combatividad de estos.
Cabe esperar que no ocurra ahora lo mismo con María San Gil y esta no escenifique una retirada, todo lo digna que se quiera, pero retirada ("Tome la decisión que tome la seguiré apoyando", dice golfamente Rajoy en la tónica de Zapo: "¡Hay que ver cómo aprenden lo malo!", decían de los niños las madres, antaño).
En contra de lo que se dice, el Futurista Solemne y Económico de la Nena Angloparlante no es un cadáver político, y son él y los suyos quienes llevan la iniciativa en el PP.
Quienes se exponen a convertirse definitivamente en cadáveres políticos, si se limitan a expresar malestar y no saben dar la batalla con ánimo de ganar, son Vidal Quadras, Mayor Oreja, Arístegui (le dicen en negociaciones con... ¡Costa!, para buscar una alternativa), Aguirre, Aznar, San Gil y otros cuantos más.
La iniciativa solo se gana con un programa claro que exponga,
a) la deriva involucionista de Zapo;
b) la política seguidista de Rajoy;
c) unos breves puntos programáticos para afrontar el reto.
Sin eso no hay nada, salvo lloriqueos. Sin eso la gente común no entenderá por qué tanta queja. ¡Y ni a dar un paso tan elemental se atreven! Según se cuenta, les paraliza el miedo a dividir al partido.
Los futuristas no tienen en absoluto ese temor y por eso llevan las de ganar, aunque pasen serios apuros. Tienen, además, el respaldo de PRISA.
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