Quien siembra demagogias, cosecha insensateces
18.05.08 @ 21:17:26. Archivado en Oleaje político
La actualidad española ha entrado en tal grado de desvarío que cuando uno intenta al finalizar una semana comprender algo y aplicar alguna lógica a los acontecimientos con lo que choca es con una sensación de alucinado desbarajuste que le desafían cualquier racionalidad. Veamos.
En el Pais Vasco los terroristas asesinan a un Guardia Civil en un monstruoso atentado que buscaba la masacre de todo un cuartel y sus familias. El PNV lo condena un día y al siguiente apoya una moción de los filoetarras en el Parlamento autonómico acusando al cuerpo armado de torturas.
El partido que gobierna el Estado, el PSOE, por su parte, se convierte en Galicia y siguiendo su deriva en algunas comunidades como Cataluña y Baleares, en cómplice y colaborador necesario para perpetrar una nueva agresión contra la lengua oficial de ese estado, la hablada y comprendida por todos sus habitantes y compartida por cientos de millones de personas en el mundo. Expresarse en ella supone discriminación y hasta persecución.
La diplomacia española logra amigarse de nuevo con el atrabiliario Chavez, se hacen gestos de cariño hacia los más dispares gobiernos islámicos y africanos (hasta acabar por hacerse fotos que luego horrorizan con la poligamia) pero se monta una pajarraco con un país europeo, vecino y amigo al que nos ponemos a darle lecciones sobre su política de emigración con munición insultante y descalificadota. Diriase que nosotros con la población emigrante no tenemos ni pensamos tener problema alguno. Menos aún con el aumento de marginalidad y criminalidad. Este es el país donde atan a los perros con longaniza y por ello los chorizos es por donde más impunemente campean.
El partido de la oposición instalado en una fiebre autodestructiva que tiene a su electorado acongojado mientras sus representantes no pierden la ocasión de agrandar sus problemas, es incapaz de señalar y criticar con energía los graves errores de gobierno. Ni siquiera hace mención a una crisis galopante que en España no hace sino iniciar el camino hacía la sima mientras que en los países vecinos, que no la ocultaron y tomaron medidas ven ya cerca el remontarla. Aquí se sigue discutiendo como se llama.
Esto en lo que respecta a la política, a bote pronto y sin entrar en más profundidades y detalles. Pero si de la política y hastiado pretende uno salir, el panorama de los presuntos movimientos sociales alternativos aún le ofrece algún nuevo esperpento.
Hasta ayer, que uno sepa, lo que iba a suceder con el cambio climático era que iban a subir las temperaturas , el mar alzarse sobre la tierra y tenernos que convertir en beduinos porque el era el Sahara nuestro próximo destino. Y ahora resulta, y así se comunica por los sacerdotes del incontestable profeta Ecologistus, que no. Que lo que viene es un frio que pela, una glaciación que va a hacer retornar al mamut y al oso cavernario. O al menos al polar, que como decían la semana pasada que se fundía el hielo lo declararon los americano especie protegida. Quedo a la espera del próximo video de Al Gore para saber a que atenerme y si me compro un traje de esquimal o me voy haciendo con un camello y un turbante.
El colofón de la semana lo aporta la guerra del agua. Ttras romper la idea nacional del agua como bien común, la cosa ya ha llegado a las regiones aunque sea de una misma autonomía. Los catalanes del Delta consideran que el Ebro les pertenece a ellos y a nadie más que a ellos y que a los de Barcelona ni una gota. Era en el fondo aplicado a otra espacio lo que decía Maragall. Lo que se ha dicho en este inmenso ejercicio de irresponsabilidad y agitar los peores instintos. Y claro, tanto en el agua, como en la lengua, como en todo, quien se ha pasado la vida sembrando demagogias solo puede acabar cosechando disparates e insolidaridades.
Antonio Pérez HenaresLeer+:
http://blogs.periodistadigital.com/lamarea.php/2008/05/18/quien-siembra-demagogias-cosecha-insensa
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