«Tanto tiempo trabajando y ahora hay que estar mirando hacia atrás», lamenta un campesino.
Hace muchas semanas que Ginés no limpia su coche. «Así no le resulta goloso a nadie», comenta irónico mientras conduce por el camino de tierra que atraviesa su finca de Pozo Estrecho. Ha empeñado toda su vida y su dinero en sacar adelante una ambiciosa plantación que ahora ve amenazada. Hacía meses que oía hablar a sus vecinos de los robos violentos como el peor de los enemigos. Un buen día éste se personó en sus tierras.
«Cuando se bajó del tractor, vio un automóvil de lujo aparcado en la puerta y pensó que debía ser algún representante agrícola». Ginés Bermúdez aún tiembla de rabia cuando recuerda el ataque que recibió su tractorista el Viernes de Dolores a las tres de la tarde. «Se metió en la finca y tropezó con dos jóvenes que le pidieron trabajo». El tractorista se vio obligado a explicar a los dos extraños que no podía darles un puesto en la finca porque estaban cubiertos.Leer +:
http://www.laverdad.es/murcia/prensa/20080519/region/asaltos-violentos-plena-siembran-20080519.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario