Vecinos y comerciantes denuncian los problemas de suciedad y ruidos y piden un 'botellódromo' a las afueras El Ayuntamiento ve inviable multar a los jóvenes
JOSÉ ALBERTO GONZÁLEZ
Siete años de protestas de los comerciantes y los vecinos, reuniones entre concejales y hosteleros y esporádicas campañas de multas a los jóvenes no han sido suficientes para que el Ayuntamiento ataje los problemas que origina cada año el botelleo, sobre todo en verano, en Cabo de Palos. El ruido y la suciedad acumulada en paredes de comercios y aceras provocadas por la caída de bebidas alcohólicas y los orines de los bebedores siguen siendo este estío una constante fuente de quejas en la zona, hasta el punto de que los responsables de la Policía Local se confiesan impotentes para, al menos, aliviar la situación.
El entorno del área comercial, donde hay supermercados y otros negocios, es el lugar de concentración elegido cada fin de semana por más de un millar de adolescentes y jóvenes que calientan motores antes de salir de marcha por pubs y discotecas. Las consecuencias son decenas de botellas vacías, bolsas, orines y vómitos acumulados en la calle que deben ser retirados por los operarios municipales del área de limpieza.
Resignados a la idea de que resulta «prácticamente imposible» acabar con este fenómeno a base de multas ni acordonando la zona con un fuerte despliegue policial, los afectados piden al Ayuntamiento de Cartagena que al menos ponga aseos portátiles y aumente la presencia de patrullas de la Policía Local.
También reclaman a quienes se reúnen para beber que tengan un actitud más cívica y recojan tanto las bolsas como las botellas al acabar su juerga callejera.
«Entiendo perfectamente que los jóvenes hagan botelleo, porque el precio de las copas en los bares es elevado para ellos y porque el botelleo les da incluso para estar toda la noche. Pero tienen que pensar en que hay que cuidar Cabo de Palos y respetar al máximo el descanso de los vecinos. Si se concienciaran de que deben recoger la basura, las cosas mejorarían», comenta el presidente de la Asociación de Vecinos de Cabo de Palos, Manuel Ramírez.
Aseos públicos y agentes
En su opinión, lo ideal sería que el Ayuntamiento ofreciera alternativas de ocio a los jóvenes, como hacen otros municipios. «Aquí no hacen nada para que los jóvenes pueden divertirse. Podrían fijarse en Almería, donde hay conciertos en la playa, o en Torremolinos, donde el Ayuntamiento proyecta películas también en la playa y van decenas de personas a verlas», se queja Ramírez.
Además de ofrecer alternativas de ocio, Ramírez sugiera al consistorio que se plantee la posibilidad de habilitar un botellódromo o zona de botelleos en un solar, bien conectado con el pueblo mediante transporte público. Como idea, apunta la zona del antigua discoteca El Palmero.
leer+:
http://www.laverdad.es/murcia/prensa/20080805/cartagena/policia-confiesa-desbordada-botelleo-20080805.html
Siete años de protestas de los comerciantes y los vecinos, reuniones entre concejales y hosteleros y esporádicas campañas de multas a los jóvenes no han sido suficientes para que el Ayuntamiento ataje los problemas que origina cada año el botelleo, sobre todo en verano, en Cabo de Palos. El ruido y la suciedad acumulada en paredes de comercios y aceras provocadas por la caída de bebidas alcohólicas y los orines de los bebedores siguen siendo este estío una constante fuente de quejas en la zona, hasta el punto de que los responsables de la Policía Local se confiesan impotentes para, al menos, aliviar la situación.
El entorno del área comercial, donde hay supermercados y otros negocios, es el lugar de concentración elegido cada fin de semana por más de un millar de adolescentes y jóvenes que calientan motores antes de salir de marcha por pubs y discotecas. Las consecuencias son decenas de botellas vacías, bolsas, orines y vómitos acumulados en la calle que deben ser retirados por los operarios municipales del área de limpieza.
Resignados a la idea de que resulta «prácticamente imposible» acabar con este fenómeno a base de multas ni acordonando la zona con un fuerte despliegue policial, los afectados piden al Ayuntamiento de Cartagena que al menos ponga aseos portátiles y aumente la presencia de patrullas de la Policía Local.
También reclaman a quienes se reúnen para beber que tengan un actitud más cívica y recojan tanto las bolsas como las botellas al acabar su juerga callejera.
«Entiendo perfectamente que los jóvenes hagan botelleo, porque el precio de las copas en los bares es elevado para ellos y porque el botelleo les da incluso para estar toda la noche. Pero tienen que pensar en que hay que cuidar Cabo de Palos y respetar al máximo el descanso de los vecinos. Si se concienciaran de que deben recoger la basura, las cosas mejorarían», comenta el presidente de la Asociación de Vecinos de Cabo de Palos, Manuel Ramírez.
Aseos públicos y agentes
En su opinión, lo ideal sería que el Ayuntamiento ofreciera alternativas de ocio a los jóvenes, como hacen otros municipios. «Aquí no hacen nada para que los jóvenes pueden divertirse. Podrían fijarse en Almería, donde hay conciertos en la playa, o en Torremolinos, donde el Ayuntamiento proyecta películas también en la playa y van decenas de personas a verlas», se queja Ramírez.
Además de ofrecer alternativas de ocio, Ramírez sugiera al consistorio que se plantee la posibilidad de habilitar un botellódromo o zona de botelleos en un solar, bien conectado con el pueblo mediante transporte público. Como idea, apunta la zona del antigua discoteca El Palmero.
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http://www.laverdad.es/murcia/prensa/20080805/cartagena/policia-confiesa-desbordada-botelleo-20080805.html
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