@Gustavo Bravo.- 07/01/2009
Despidos en las redacciones, venta de las sedes a bancos o fondos inmobiliarios, reducción de páginas, cierre de suplementos… hasta The New York Times se ha visto obligado a poner publicidad en su portada, algo que no había hecho en su historia. La cosa pinta mal para todos, pero sobre todo para la prensa. Se dice que todos los imperios caen. ¿Caerá también el de los periódicos?
Los diarios han crecido de tal forma a base de talonario que, ya en el pasado 2008, tenían a su alrededor un anillo de asteroides formado por radios, medios locales, televisiones… Y esa gran pluralidad que caracterizó a los medios de comunicación ha pasado a ser un mercado en el que cuatro o cinco monstruos empresariales y editoriales aglomeran la totalidad de la producción de información: Prisa, Unedisa, Vocento, Planeta, Zeta… Lógicamente, estos grandes grupos están teniendo múltiples problemas para digerir la vorágine de gastos y compras en los que han incurrido. El 2009 será su gran prueba de fuego.
La crisis financiera y económica mundial ha coincidido en el tiempo con un momento de metamorfosis en los medios de comunicación. En EE UU ambos procesos han sido mucho más demoledores que en España, pero aquí además han coincidido con el primer pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que ha afectado indirectamente a muchos medios locales controlados por promotores y constructores. Entre esos periódicos afectados, destacan El Mundo de Almería y
Ahora, con dos frentes abiertos, el de la disminución de ingresos por publicidad y el de la guerra interna que clama por el cambio y la adaptación justa y real de la prensa a la red, los grandes grupos se han visto obligados a soltar amarre y a deshacerse de muchas de sus cabeceras e incluso televisiones.
Más de 1.000 puestos de trabajo perdidos en 2008
Este año que acaba de terminar ha supuesto el fin para varios medios: Localia TV, Segundamano, las revistas
Además, habría que sumar la crisis de los diarios gratuitos, que aportan conjuntamente una cifra total de despidos que se acerca a la centena, que es el total de los redactores y colaboradores que han dejado o dejarán de escribir en ADN, 20 Minutos, Qué! y Metro.
Cuando
Dados los resultados, muchos son los ojos que buscan las causas de la situación y sus posibles responsables. Para algunos, esa independencia sostenible estructurada en una balanza de dos brazos iguales, formados por publicidad y ventas, se ha perdido. El hecho de haber condicionado las plantillas, la estructura y el modelo de negocio de los medios, a un aumento en los ingresos publicitarios era algo que tarde o temprano tenía que caerse. Un modelo que ha minado más que a nadie a los gratuitos, ya que construyeron su balanza sobre un único brazo de ingresos.
¿Qué ocurre con la red?
Otro problema acucia a la prensa: la adaptación y posicionamiento ante la llegada de Internet. Actualmente existen dos tipos de periodistas que escriben: los que lo hacen en papel y los que lo hacen en la red. Entre ellos existen, a priori, escasas diferencias metodológicas, pero en realidad les separa un abismo de prestigio e ingresos por publicidad.
La prensa escrita absorbe a más del 30% de los periodistas que ejercen la profesión, mientras que los que trabajan en Internet no superan el 5%, según los datos extraídos del informe anual de
Esto facilitará un cambio en el modelo actual, que desde hace unos años plantea las webs como meras páginas donde volcar, a veces de forma incompleta, los textos que se publican en el papel. El cambio, producido por la inmediatez y el auge de internautas, ha posibilitado el crecimiento de los medios online y que han convertido a su vez a los periódicos en páginas llenas de noticias que llegan tarde.
Son muchas las voces que creen que los medios impresos requieren una remodelación interna, aunque el proceso no acaba más que de empezar en EE UU, donde algunos medios optaron por pasarse a ser gratuitos, otros colocaron más publicidad y otros simplemente cerraron y se mudaron a Internet Quizá el modelo perfecto que funcione aún se haga esperar. Mientras, las deudas que afloran, la publicidad cae y los lectores se mueven, pero los medios en España apenas cambian. ¿Son necesarios los periodistas? Se preguntaba la directora de Elpaís.com, Lydia Aguirre, hace exactamente un año. Ahora la pregunta que parece surgir es otra. ¿Son necesarios los periódicos
leido en : http://www.elconfidencial.com
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