DÍA TRAS DÍA EL ANFITEATRO

Una especie de 'murcianofobia'

04.01.2009 -

GINÉS CONESA

JOSÉ IBARROLA

Agua? No, que se enriquecen. Se llama José Molina y es diputado por Albacete (Grupo Socialista) en las Cortes de Castilla-La Mancha. Le reclamaron que el dinero que reciben los castellano-manchegos de las tarifas del trasvase Tajo-Segura se invierta en obras para los municipios ribereños, a lo que Molina se ha opuesto argumentando que a la vista de lo que ha generado el trasvase a Murcia, «ya se podían haber quedado con el dinero y dejarnos el agua». Para redondear la falacia Molina dijo que los casi 10.000 hectómetros cúbicos que se han trasvasado en la historia del Tajo-Segura han generado en Murcia 10.000 millones de euros. O sea, a millón de euros por hectómetro cúbico de agua. Oye, entonces, ¿cuántos tropecientos de miles de millones de euros habrá generado en Castilla-La Mancha (C-LM) el agua que tienen desde que el Tajo es río?

Confieso que cuando leí los de los 10.0000 millones me asaltó la tentación de soltar exabruptos. Es difícil, al menos a mí me resulta muy costoso, soportar a tanto envidiosillo. Además de que ya va hartando la tabarra con el Tajo-Segura que, lejos de ser el demonio emplumao en el que lo han convertido los políticos de la vecina C-LM resulta ser, para esos mismos políticos, el argumento más recurrente para seguir montados y montadas en el sueldo público. En concreto, el señor Molina, diplomado en Magisterio, lleva casi 30 años de nada cobrando de la política desde que bien jovencito debutó como concejal del Partido Comunista en el Ayuntamiento de Albacete. «Que se hubieran quedado con el dinero y nos hubieran dejado el agua» dice el orondo Molina. Para hacer qué, cabe preguntarse.

Pero no se trata de establecer el enésimo debate sobre el trasvase Tajo-Segura. Por mucho que en el sureste español se le saque el máximo rendimiento al agua y se sepa de su valor, nadie en Murcia o Alicante pretende ni pretenderá quitar nada necesario en C-LM. Sí se pretende, desde la racionalidad y la ponderación, recordar que Murcia también es España y que el progreso de un territorio español beneficia al conjunto de la nación española. Recordar asimismo que los ríos que pasan por distintas comunidades autónomas, como es el caso del Tajo, no son patrimonio ni potestad de una comunidad concreta, por mucho juego político que el asunto le haya dado a José Bono -quien, como el diputado Molina, perteneció a la región de Murcia- el cual ha hallado un discípulo aventajado en José María Barreda y su esposa Clementina Díez, que es diputada a Cortes por Ciudad Real en la Carrera de San Jerónimo, donde también se hospeda María Dolores de Cospedal -número 2 del PP- asimismo aplicada en poner fin al trasvase Tajo-Segura.

Mi particular esperanza para asistir a un mensaje coherente e integrador, sigue siendo el actual presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien destila en su discurso auténticas perlas, empezando por su negativa a que España sea la suma de 17 partes. Implícitamente se refirió a sus compañeros socialistas Barreda y Marcelino Iglesias cuando dijo: «Hay presidentes que se han hecho hombrecitos al hacer política localista con el agua. Yo renuncio a eso».

Tiene razón el extremeño cuando asegura que ese discurso localista del agua es rentable a corto plazo pero enormemente negativo en el medio plazo, aunque mucho me temo que pronto tendrá que empezar a sortear escollos. De momento, el PP en el Ayuntamiento de Cáceres ya le ha dicho que mucho cuidado con el proyecto de trasvase de Valdecañas a Murcia. «Que no es justo», dice la concejala cacereña del PP Guadalupe Díaz, «que Extremadura ceda agua de su embalse cuando no es por necesidad, sino para beneficio turístico y urbanístico». Ahí queda eso. ¿Agua? No, que se benefician en Murcia. Lo mismico que el Partido Comunista cacereño, quien en boca de Paulino Luna afirma que el agua que se llevaría a la Región de Murcia sería «para generar riqueza». Por favor!

Hay señores y señoras que, con esto del agua están fomentando desde hace años una especie de murcianofobia, que se nutre de clichés prefabricados y que se sustentan en datos falsos o incompletos. Algo incomprensible en quienes, desde las autonomías, deberían estar obligados a hacer pedagogía popular de una misma nación, la española, cuyos ciudadanos no nacionalistas ni quieren ni tienen por qué estar planteándose cada día si es más español que manchego, castellano, extremeño, aragonés o murciano.

Ya molestan aquellas personas que cobran por el trabajo de criticar al de enfrente, tarea ésta encomendada generalmente a portavoces de formaciones políticas, pero de la que toman buena cuenta los pelotas, subimaletas y trepas, muy prestos ellos a hacer méritos subiéndose a lomos del último ganador en cuyo socorro acuden -escondido el aguijón- como abejas a la miel. Los que hemos sido educados en la mesura y el respeto, hemos satisfecho, o no, nuestra cuota de vanidad cuando alguien ha tenido la bondad de echarnos alguna flor. Pero esto de echarse racimos de flores a sí mismos, que es lo que hacen sin ningún pudor los políticos que toman la palabra, no sólo daña la estética sino que es mentira. No hay nadie que lo haga todo bien ni nadie que lo haga todo mal. Por lo tanto, si usted, político equis, me quiere convencer de lo malo que es enviar agua a Murcia, hágalo con datos ciertos y no alimente murcianofobias ni bajas pasiones para hacerse el simpático y seguir cobrando.

¡Ah! Y espero de los aludidos que se hayan ahorrado la protocolaria tarjeta deseando a un murciano «próspero año 2009».

Leido en:http://www.laverdad.es

A propósito de la Murcianofobia:

Esta murcianofobia que denuncia Ginés Conesa, en este articulo,
me la he estado encontrando en la mayoría de España, sobre todo
en los ultimos años y en especial en en Cataluña.

He de reconocer, que parte de esa murcianofobia que se respira en
gran parte de ciudades y pueblos, gran parte se la han ganado bien
a pulso esos murcianos! pero esa no tiene nada que ver con la actual.

La actual es casi un movimiento político, diría yo, contra Murcia como
región en su conjunto, es el ver que hemos pasado de ser una región
exportadora de mano de obra barata a las grandes capitales como
Barcelona, Madrid y Bilbao a ser una región importadora de mano de
obra! de ver como grandes empresas industriales se han creado en
estos ultimos 30 años, como "Don Simón" o "El Pozo" por nombrar a
las mas punteras en imagen de TV solamente, o de ver como una
Ciudad como Cartagena, que estaba prácticamente arruinada y hundida
ha resurgido de sus cenizas y entre el puerto por un lado que esta
dando zarpazos y su actividad cultural de otro mas su enorme trasformación
urbana, o Lorca con su inmensa riqueza agraria, ganadera y cultural.

Es como si nos tuviesen miedo, miedo a que: nuestro turismo se desarrolle,
miedo a nuestra potencia agr¡cola, miedo a nuestra potencia industrial,
que avanza imparable, miedo a nuestro desarrollo universitario y
cultural, miedo al ver la pujanza y el desarrollo de Murcia capital que en
pocos años se ha duplicado en todos los aspectos...

Ese es el tipo de murcianofobia que yo he observado últimamente, el
que hayamos dejado de ser la fabrica de mano de obra barata y de
chachas, a todo lo contrario, ese es el motivo por el cual casi nunca
aparecemos en las noticias y si aparecemos son para contar las malas.

Todavía estoy esperando un reportaje de TVE sobre el Teatro Museo Romano
de Cartagena!

Estrugo