II. ERRORES JUDICIALES
Rafael del Barco Carreras
Un pederasta violador y asesino se merece aquella muerte. Así pues, esas barbaridades me afectan más si cabe que al resto de los mortales.
Pero si ese sentimiento debe paliarse con la simple “civilización y cultura”, si la Justicia debe sustituir la caliente venganza, a esa JUSTICIA se le debe exigir un mínimo de DECENCIA.
Y el disparate español ha alcanzado tanta desvergüenza que si se ha de utilizar la BARBARIDAD de la MUERTE DE LA PEQUEÑA MARI LUZ, cuanto menos, extraeremos de ese triste caso una LECCIÓN.
Y lo malo que esa lección no irá más allá de alguna inhabilitación temporal, ¡veremos!, o de segundo rango, y muchos programas de Tele que a lo sumo utilizarán el caso para extender más morbo que reformas judiciales.
No es que intuya, es que sé que nada cambiará, el ambiente está tan podrido que nadie se siente culpable. Y si mi Juez de Vigilancia Penitenciaria, Josep Lluis Albiñana Olmos, o José Luis Albiñana Olmos, primer presidente socialista de la incipiente Generalitat Valenciana, asciende a Magistrado de Sala a pesar de la gravedad de las violaciones y asesinatos de su época de VIGILANCIA (en Hospitalet y Nou Barris de los que nadie se acuerda), sin el mínimo atisbo de remordimiento, extensible a la generalidad de los servidores de la Justicia , así seguirá.
Eso los “decentes”… a los demasiados corruptos por acción u omisión la conciencia les importa una m…
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