Zapatero hace oídos sordos a Sebastián y le da donde más le duele
Ana I. Martín
Se ganó una bronca de Bono y fue objeto de burlas por sus bombillas para concienciar a los españoles del ahorro energético. Y ahora se encuentra con que tiene al enemigo en casa: su jefe.
Adujo Miguel Sebastián cuando en pleno verano José Bono le pilló descorbatado en el Congreso que lo hacía porque en el Ministerio de Industria había dado orden de no bajar el aire acondicionado a menos de 24 grados para ahorrar energía.
A los pocos días, y en el mismo escenario, el titular de Industria presentaba las 31 medidas de su flamante Plan de Ahorro y Eficiencia Energética, cuyo coste hasta 2011 ascenderá a 245 millones de euros. Entre ellas, quién no recuerda los 49 millones de bombillas de bajo consumo que se comprometió a repartir entre los hogares españoles. Pero a pesar de que el ministro Sebastián se haya empeñado en emprender una cruzada contra el despilfarro energético, parece que en el Gobierno no le han hecho demasiado caso.
La Dirección General de Recursos Humanos, Servicios e Infraestructuras del Ejecutivo dio este lunes vía libre a la firma de un contrato con el Grupo Intra (Instalaciones y Tratamientos S.A.) por valor de 565.841 euros. Una cifra nada despreciable que se empleará durante los dos próximos años para la puesta a punto de las instalaciones de calefacción, aire acondicionado y climatización en general del complejo de La Moncloa.
Es decir, exclusivamente para los edificios de la madrileña Avenida Puerta del Hierro, entre los que se encuentran la residencia de José Luis Rodríguez Zapatero, el Ministerio de la Presidencia, la Vicepresidencia Primera y la Portavocía del Gobierno. Y, además, en ese más de medio millón de euros no está incluido el coste en euros que supondrá alimentar de energía eléctrica La Moncloa durante 2009 y 2010: nada menos que 3,2 millones de euros por un servicio que prestará la compañía Unión Fenosa (al precio de 10,8794 céntimos de euro por kilovatio hora).
Ambos contratos millonarios resultan más significativos teniendo en cuenta que a finales del año pasado el complejo de La Moncloa estrenó dos instalaciones de energía solar. Una para la producción de energía eléctrica y otra para la climatización del Edificio de Seguridad. Ambas vinieron a sumarse a un sistema fotovoltaico que se instaló en el palacio presidencial en el año 2000 por iniciativa de José María Aznar para ahorrar energía y evitar la emisión anual a la atmósfera de 44 toneladas de dióxido de carbono.
Curioso, cuanto menos, resulta también el hecho de que el Gobierno de Zapatero haya decidido dar a la empresa Wasser un cheque por valor de 145.431 euros para que en los próximos meses haga un estudio sobre cómo aprovechar al máximo el agua que se consume en La Moncloa.
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