¿EL SÍNDROME DE LA MONCLOA?

Zapatero patinó con los detalles de su hipoteca financiada por Botín

Miguel Ángel Orellana

El banquero no dejó pasar la oportunidad de contar con el presidente entre sus clientes con hipoteca, pero éste no supo explicarlo muy bien ante los micrófonos de la SER.

2 de junio de 2008

Son los primeros síntomas de una economía, la española, que ha entrado en rebajas. Época de vacas flacas. Llega el momento de atarse los machos y moderar el consumo. Hay menos matriculaciones de vehículos, tampoco se ve a mucha gente renovando sus electrodomésticos y ya casi nadie hace cola para renovar el vestido y el calzado, porque no hay ningún dinero que gastar. Todo se lo lleva la hipoteca. Los tipos de interés interbancarios siguen elevándose jornada tras jornada y se sitúa en sus niveles más altos desde el año 2000, ya claramente rozando el 5%. Cualquier familia media echa cuentas en previsión de que vengan mal dadas y el euribor siga subiendo y agravando su dificultad mensual.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con un sueldo anual que ronda los cien mil euros, carece de ese desvelo, pese a cargar sobre sus hombros con una hipoteca.

El propio jefe del Ejecutivo lo reconoció este domingo ante Montserrat Domínguez en declaraciones al programa A vivir que son dos días de la Cadena SER, pero "a interés fijo", según advirtió. No obstante, después, fuera de micrófonos, Zapatero reconoció a los presentes que había errado y que su hipoteca no era de "tipo fijo", sino que, como la de casi todos, era de "tipo variable" para hacer frente a la que fue en 2007 su primera inversión inmobiliaria lejos del Palacio de La Moncloa.

Se trata de un chalet ubicado en la urbanización El Mirador de Vera y que supuso un desembolso de 440.000 euros. Para hacer frente a ese gasto, Zapatero contó con una línea de crédito abierta por el Banco Santander, que financió al presidente del Gobierno a un tipo del euribor más un margen de comisión inferior a la media de préstamos del banco.

Curiosamente, la localidad almeriense de Vera es desde hace tiempo lugar de retiro vacacional para destacados políticos, muchos de ellos del PSOE. El primero en disfrutar de esos parajes fue Javier Solana, a quien más tarde siguieron otros rostros de renombre como Manuel Marín, Joaquín Almunia o Diego López Garrido.

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