Rafael del Barco Carreras
Yo, en el día de su muerte, quizá opinaría lo mismo sobre sus virtudes y prudencias, si no hubiera pasado tres años de mi vida en la horrible Modelo de los 80, pues al igual que mis conciudadanos nada sabíamos de nuestro Ayuntamiento ni sus alcaldes franquistas más que sus virtudes e inauguraciones. Aquella Modelo de los motines, mugre, muerte, violencia y masificación no era de su competencia, pero si lo era el CONSORCIO DE LA ZONA FRANCA. Tres años presidiendo el ente al que dicen Antonio de la Rosa, padre de Javier, un simple secretario que nunca aparecería ante la Justicia, desfalcó la friolera entonces de 10.000 millones, o mucho más. El presupuesto de todo un año del Ayuntamiento.
En www.lagrancorrupcion.com relaciono las decenas de talones que asiduamente y durante los tres años desaparecieron. El día de la muerte de Franco se inicia el barrido de saldos que provenían de los abonos de la CAIXA para la realización del proyecto CITA, una central de transportes en el Vallés (actual Circuito de Cataluña) para descongestionar de camiones la Ciudad trasladando las agencias y almacenes de Pueblo Nuevo. Decenas de talones de grandes importes se ingresaban en el Banco Garriga Nogués de Javier de la Rosa, pero el Presidente, y con los vocales representantes del Ayuntamiento, Jaime Abella Castro, José María Dot Bosch, Eudaldo Travé Monserrat, José María Tormo Magrans, Mariano Ganduxer Relats, Jesús Calvo Martínez, Mariano Blasi Rialp y Don José Sangrá Bosch, no se ENTERÓ DURANTE TRES AÑOS. Su ignorancia no abarcaba solo los talones sino también que no se realizara el proyecto por oposición de las gestoras progresistas de los ayuntamientos de la zona. Serra apenas llegado a la Alcaldía declararía que se apercibió del exagerado dinero y terrenos (muchos dicen inexistentes), pero él a pesar de la nota de prensa en 1977 de Huertas Clavería en el periódico Tele Exprés sobre el grave endeudamiento del Consorcio NO SE ENTERÓ DE NADA. Tan poco sabría que sus apreciados sucesores ni le citaron en el Juicio en que se condenó a dos supuestos encubridores de Antonio (dos pequeños empresarios ajenos totalmente a la vida funcionarial política de la Ciudad) y al Delegado de Estado Bruna nombrado cuando ya habían desaparecido 9.000 millones. Un sumario cerrado en siete meses (los muchos casos económicos barceloneses han durado en instrucción un promedio de diez años) y con condenados que cumplieron antes de ser juzgados. ¡El progresismo de los nuevos socialistas al mando de Narcís Serra! Franquismo y caciquismo puro y duro.
Yo no conocía a nadie de los MANDOS MUNICIPALES ni del Consorcio, pero me condenaron por encubrir a alguien que jamás apareció. La PRUDENCIA de Socías ha alcanzado toda su vida con gran alegría de sus amigos socialistas y hasta la de los Convergentes de Pujol que años después nombrarían “consejero especial de la Generalitat sin cometido alguno” al abogado funcionario del Ayuntamiento en sus tiempos, Antonio de la Rosa, hijo. De él solo leí que fuera compañero político, lo digo así por no ofender su óbito, de mi por desgracia abogado Luis Pascual Estevill. Que descanse en paz.
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