El faro de la isla de la Hormiga fue el primero que se automatizó en España en 1920.
La peligrosidad de la zona hizo que, en el primer plan de alumbrado, elaborado en tiempos de Isabel II, se considerase prioritaria la instalación de un faro en la Hormiga Grande.
La isla, con una longitud de 200 metros de largo por 50 metros en la parte más ancha y 12 metros de elevación máxima, fue elegida en un primer momento para ubicar en ella el actual faro de Cabo de Palos, proyecto que tuvo que ser desestimado por su elevado coste.
El primer faro, se iluminó por vez primera el 15 de noviembre de 1862 siendo abatido por el mar a los pocos años
El faro actual fue construido en 1870. El edificio, mucho más seguro que el anterior, sin embargo, supuso una menor comodidad para las familias que lo habitaron, quienes debieron soportar durante muchos años el aislamiento, la falta de espacio y la escasa habitabilidad de una construcción circular.
Finalmente, en 1920 el faro de la isla de la Hormiga se automatizó, siendo el primero de España que lo hizo.
En la actualidad, la luz es alimentada por energía solar y su mantenimiento depende de los técnicos de Señales Marítimas del faro de Cabo de Palos.
Hoy sólo están habitadas por gaviotas y cormoranes. Las islas y su entorno fueron declaradas Reserva Marina en 1995, para proteger el rico ecosistema submarino que albergan.
La pesca y el fondeo de embarcaciones está prohibido en toda la zona, considerada como reserva integral.
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