viernes 12 de octubre de 2007
Interesante y original el nuevo periódico.
Público viene a cubrir un vacío en la izquierda nacional; sin voz hasta hoy.
El ya añejo corrimiento de El País al centro de esa izquierda, que acompañó la Transición, criticando a Adolfo Suarez y soportando los vaivenes del PSOE y su Dios de entonces, en el llano y en La Moncloa, dejó la butaca libre durante años.
Parece evidente el apoyo de su nuevo ocupante al Gobierno de Rodríguez Zapatero. Viene a reforzarlo, sumando esfuerzos a Cuatro, La Sexta y COM Radio en el área audiovisual.
Buena falta le hace.
Pienso que tras el descalabro de la formación en la etapa final de Felipe González, y los sucesivos gobiernos del Partido Popular, la mengua de votos observada en un triunfo inesperado no le ha permitido recomponerse adecuadamente. Gobernar sin un proyecto cierto no estabiliza a los cuadros dirigentes del Partido, ni a los que integran su plana mayor gubernamental. En ese sentido, la performance de José María Aznar en su legislatura inicial fue incomparablemente superior en homogeneidad de gabinete, y equipos parlamentarios, respaldados por funcionarios capaces al frente de las autonomías y los ayuntamientos que obtuvieron.
La mesura inicial de este PP que triunfó, a fuerza de remontar derrotas y depurar filas, dejó de una pieza a la izquierda. Empero, al obtener mayoría absoluta en la siguiente legislatura, la derecha abandonó la prudencial mesura centrista, embarcándose en acciones y proyectos que menguaron el prestigio y los votos.
Sin embargo, estos socialistas de nueva generación, secundados por lo mejor del viejo equipo (la vice María Teresa Fernández de la Vega, Alfredo Pérez Rubalcaba y el economista Pedro Solbes son sus mejores representantes), improvisan y se contradicen demasiado a menudo, desaprovechando la confianza depositada en las urnas. El Presidente, que cumplió a rajatabla el retiro de Irak, sabe exhibir un envidiable talante, sin acreditar el conveniente don de mando en ciertos asuntos. Le confunden su formación liberal de izquierdas y un carácter afable; aunque sus rasgos semejen, tampoco de balde, los del zorro.
Creo que el intento de desarmar a ETA negociando fue válido. Lo hizo antes el PP con igual resultado, y su reciente indignación quebrando el frente democrático, estuvo fuera de lugar en tal delicada instancia.
Si bien la banda terrorista se ha debilitado, a fuerza de represión, la inestimable ayuda de Francia, los encarcelamientos constantes y las manifestaciones populares repudiando sus atentados y asesinatos; aún permanece activa y nutrida por sangre joven, dispuesta a derramar en un periquete la perteneciente a cualquier edad.
En cuanto a los pactos y coaliciones autonómicos, salieron mejor, sin conseguir la estabilización lograda por los socialistas de González (a nivel nacional) con los nacionalistas vascos y los catalanes de entonces, concentrados en Convergencia i Unió. La radicalización soberanista del PNV y la emergencia en Catalunya de ERC han cambiado el panorama de alianzas en las respectivas autonomías.
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http://laespadadelzorro.blogspot.com/2007/10/bienvenido-al-tablado.html
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