Rafael del Barco Carreras
Barcelona 31-01-2012. Le conocí a finales de los 70. Una dura transacción de sus minoritarias acciones en el CHARLY MAX,  la discoteca en la esquina Bori Fontestá- Beethowen. Por suerte la  única vez en mi vida. Ahora, buscando los políticos y sus medios o  Prensa los tres pies al gato, para endosar el fiasco a cualquier  descolocado, su nombre apunta como quien convenciera al socialismo  barcelonés para comprar SPANAIR convirtiendo Barcelona en el eje del  Mundo, o uno de sus epicentros aéreos.
Soñaría con emular a Samaranch, pero no debió tener en cuenta que su  “amigo” era por si solo mucho más importante en el Poder Mundial que la  Ciudad, su Ciudad, a la que le concedió los Juegos Olímpicos. 
Inconvenientes de convencerse de que se es el ombligo del mundo. El  chiste de Pujol en China; “som 7 mil.lions”, contestación del  vicevicesubpresidente del Comité de Recepción  “¿y en qué hotel se  alojan?”. Sin mentar que la compra, aun en quiebra e inviable, generaría  “comisiones”…
 Presumo que esa relatividad de valoraciones, Gaspar, hombre para el que  la “pela” se sitúa más allá de cualquier concepto, lo sabía a la  perfección, como también sabría vender la idea a unos socialistas  metidos en la entelequia catalanista, con la traumática obsesión de  superar a Jordi Pujol en el fervor catalán, y tan fervientes adoradores  como él del dios dinero. Aeropuertos y gran compañía aérea. Terreno  abonado. Desde el 2008 con el agua al cuello, pero dispuestos como todo  quebrado a duplicar… a apostar doblando hasta el estallido final, por  supuesto con el dinero público, sin arriesgar personalmente un euro, y  colocando a más amiguetes.
Si añadimos unos ejecutivos pagados a cuerpo de rey, convertidos en  genios de las finanzas por su capacidad de involucrar a bancos y unos  pocos inversores minoritarios, el panorama y quiebra actual se entiende a  la perfección.    


 
 
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