Rafael del Barco Carreras
22-03-10. Estos meses entre tantos abogados en el juicio por la corrupción en la Hacienda de Barcelona, y para quien esa profesión le han supuesto la ruina y cárcel (por desgracia tuve LOS MEJORES de aquella Barcelona de 1980, ¡Primeros espadas! ¡Expresión de la corrupta Prensa barcelonesa! Juan Piqué Vidal y Luis Pascual Estevill) el reportaje en EXPANSIÓN.COM de fecha 7-07-2009 sobre los grandes bufetes españoles me llama la atención y lo comparo con lo publicado hace seis años:
“ Garrigues 1.170 abogados, facturación en millones de euros, 160, o sea, 120 mil euros por cabeza. A Cuatrecases, 588 abogados, 113,7 millones, 192 mil por unidad, más rentable, quizá otra filosofía. Uría & Menéndez, 83,6 millones para 320, a 260 mil por cabeza, cifras razonables, o los contables redondeaban ante el fisco. Para quien las cifras no alcanzaban ni de lejos a sus competidores, Roca Junyent Advocats, que con 165 profesionales facturaba 16.6 millones, a 94 mil. Al más dinámico del sector en Cataluña por su rápido crecimiento, le afectaría la política de crecimiento, o el susto de las elecciones. El gran político del pujolismo, quizá contabilizaba al viejo estilo y sus declaraciones públicas de facturación tiraran a la baja. El olvido del gran Piqué Vidal Abogados, un descuido. El hombre que salvó a Pujol y los suyos, como a sí mismo, de la cárcel por el baile de tantos miles de millones aún no hallados, o perdidos del todo, el bufete con más poder y facturación, en negro, de los ochenta, no figuraba.
Pero la cifra sin lógica, el número de abogados en España, 96.000 colegiados, uno por cada 422 habitantes. Si los bufetes, para un profano o extranjero algo extraño en la sociedad española, que hubiera mas cardiólogos que corazones, merecía una muy profunda reflexión. Francia 35.000. Reino Unido 113.000. Alemania 116.000. Italia 70.000. El titular del mayor bufete de España, un compendio de su historia contemporánea. El centenario Exmo. Señor Don Antonio Garrigues y Diez de Cañabate, que fuera, Ministro de Justicia, embajador en el Vaticano y Washington, Director General de Registros y Notariado, Miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, entre otros títulos y ex cargos. De suponer que su dilatada vida no cruzaría incompatibilidades o roces de competencias, preferencias e informaciones privilegiadas, ni en él ni los muchos “Garrigues” por cargos y recargos. Bancos, ¡cómo no! Un fortunón. La concesión de Marquesado de Garrigues ennoblecía al primero del ranking”.
Un recuerdo al ARTHUR ANDERSEN tan citado, y con respeto y credibilidad, y hasta presente en este juicio, disuelto por connivencias, CORRUPCIÓN, en sus auditorías en EEUU, y que su grueso de letrados se unió al gran Garriges, GARRIGUES-ANDERSEN.
Los veo y recuerdo “La Tapadera”, un bufete pequeño si comparamos con las dimensiones españolas. ¿Dónde acaba el cliente y empieza el bufete, o tanto monta? ¿Los selectivos registros e inspecciones no serán guerras entre los grandes de la profesión tan unidos a los partidos políticos o altos y medianos funcionarios, con continuos trasiegos administración-bufetes cuando se les atrapa en flagrante corrupción? Ver imágenes en www.lagrancorrupcion.blogspot.com. Un mundo que debería tener más transparencia y una rígida reglamentación de incompatibilidades (el burlado código deontológico) para no defender al propio tiempo al mismo al que se despelleja por otro. Y lo tan repetido…la reflexión merece curiosidad por si alguna desgracia de la vida requiere y obliga un profesional o bufete. Porque esta es otra… la Ley obliga… si me hubiera contratado y defendido yo mismo, NO ME HUBIERA IDO PEOR.
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