Rafael del Barco Carreras
Barcelona 28-05-2011. Los titulares sobre las cargas de ayer en Plaza de Cataluña acusan a Felip Puig. Tras pasear cada día de la semana entre los “indignados” mi opinión se reafirma; será porque soy un recalcitrante “contracorriente”. Por unas horas no coincidí con la clásica escena de los antidisturbios. Una escena rápida, contundente, pero repito con “intención de retirarse”, de “tanteo”. Lo discutí cuando me lo contaba quien la presenció, y así lo escribí.
Recordé in situ, 1956 o 1957, saliendo de mi trabajo en el Banco Comercial Transatlántico, una carga policial de los “grises” limpió la Plaza. Quienes pretendían que nadie subiera a los tranvías, no recuerdo si era por la subida del billete o del pan, eran pocos comparados con lo actual. Un ataque contundente y rápido.
Pasarían veintitantos años que no viviera en persona otra carga policial: La Modelo 1982-83. Tan impresionante como los grises, pero ya uniformados con el clásico atuendo “antidisturbios”.
La suerte deparó que tampoco me encontrara entre las víctimas, pero tuve que atender por mi trabajo "destino" entre “cancelas” a varios de los heridos por balas de goma y porrazos. Una batalla campal en la Tercera Galería entre negros y otros extranjeros originó la entrada de los antidisturbios. Tuve ocasión de comprobar la “efectividad” de la que hablaban quienes vivieron los motines de finales de los 70.
Siempre digo que cuando veo de lejos una manifestación cambio de acera, pero esta semana me interesaban no solo las consignas “democracia real ya” y el hecho de que los manifestantes “indignados” no blandieran banderas ¡ninguna bandera! sino la evolución de la acampada a la que predije un final “a palos”.
Mis nuevos amigos de INTERNET me invitaron a sumarme o “comprometerme”; me contesté que ya no estaba para esos bailes… no he sido nunca un héroe, ni menos ahora.
Observando y fotografiando el ya veraniego ambiente de paseantes y turistas entre la Ramblas y Plaza de Cataluña, me detuve frente la fuente de Canaletas, donde infinidad de veces bebí agua en mi adolescencia (además en el banco teníamos un cántaro que el botones de la sección llenaba en la famosa fuente) y pensé que si el sábado ganaba el Barça de nuevo el fútbol dirimiría en la Política.
Supongo que la posible y muy conflictiva situación… quita el sueño a más de uno, aunque a quien debería quitárselo ya nada les afecte…
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