CASO HACIENDA DE BARCELONA PENDIENTE DE SENTENCIA.
Rafael del Barco Carreras
Barcelona 21-04-2011. He de confesar que no sabía ni de la existencia del Caso Ibarra, ¡bastante tengo con la Gran Corrupción Barcelonesa!, cuando recibí la sentencia que adjunté a mi escrito de anteayer. Cuadraba tanto con el macro juicio del Caso Hacienda de Barcelona que sin ni siquiera leer las noticias comenté. El escrito de anteayer no tenía nada que ver con Bizcaia, los vascos, o su ambiente político, la sentencia se hubiera podido dictar en cualquier ciudad española, pero me costó un furibundo comentario de alguien a quien no le gustaba la absolución.
El “No tienes ni idea…” me hizo gracia porque otros comentarios sobre otros temas políticos o seudo políticos empiezan igual. No seré yo que me meta a opinar sobre la compleja política vasca, y ni de lejos lo pretendía al escribir sobre la sentencia de la Audiencia de Bilbao. Nunca “tengo ni idea” cuando no doy la razón. Superado el manido reproche, que en este caso es una verdad absoluta, y que seguirá siéndolo, consulto las noticias sobre el caso;
EL CORREO; “La Audiencia deja en nada el 'caso Ibarra'
Absueltos el exjefe de la Inspección Fiscal vizcaína y tres de sus subordinados de todos los cargos - El fallo recalca que la fiscalía no ha podido probar ningún delito
JAVIER RIVAS - Bilbao - 16/04/2011
“La Diputación de Vizcaya exige disculpas a la oposición por sus «infundios» en el 'caso Ibarra'
El exjefe de la Inspección fiscal se quedará «como estaba, igual que cualquier otro funcionario»
20.04.11 - 03:35 -
E. C. | BILBAO.
Satisfacción por la sentencia del 'caso Ibarra', tras la absolución de todos sus cargos del exjefe de la Inspección fiscal de Vizcaya, que se enfrentaba a ocho años de prisión, y de tres subordinados, para los que se pedía cinco; y exigencia de disculpas a quienes durante los ocho años que ha durado la investigación de los hechos por presunto trato de favor a más de 200 contribuyentes han cargado contra el PNV y la Diputación. Así reaccionó ayer, cuatro días después de la sentencia, el Ejecutivo foral, en manos de la formación jeltzale.”
Triste el revuelto de Política y Justicia, que si además quien acusa no solo es Fiscalía sino Hacienda, el acusado está sentenciado a menos que la suerte le depare tres jueces “independientes”, y con ética y moral suficiente para dividir lo que el Régimen Español ha fundido; los poderes Ejecutivos, legislativos y Judicial. Y tampoco afirmo que estos lo fueran, presumo que sí por cuanto sentencian por falta de pruebas. Mi comparación con el Caso Hacienda de Barcelona se centraba precisamente en las “pruebas”. Pura libertad de opinión y expresión.
Y si el Régimen sigue en cuanto a Justicia en el pasado, la ciudadanía no menos. Si pudiéramos aplicar la Ley de Lynch, la aplicaríamos. La culpabilidad se ha de probar más allá de toda duda, y si la culpa es no pagar al Estado, evadir impuestos, esos generales deseos de enviar a la cárcel al trasgresor, repito debiera cuadrar con las normas de un Estado de Derecho. E insisto, un Régimen como el Español que se constituye en “juez y parte” no puede juzgar los delitos contra su Hacienda, y de hacerlo la meticulosidad en la prueba debe ser absoluta, sin florituras de fiscales y peritos. Ningún discurso, pruebas. Sentenciar que “conocía la procedencia de los dineros de Antonio de la Rosa” en mi caso fue más que “prevaricar”.
Y vuelvo sobre otro de los aspectos que unen el Caso Ibarra con el de Barcelona; “El delito de desobediencia queda limitado en el fallo a una "bronca" sin relevancia penal en octubre de 2002 entre Ibarra y su entonces superior como director de Hacienda, Javier Muguruza, quien le ordenó borrar el listado. El acusado desobedeció la orden, pero Muguruza no se preocupó "jamás de comprobar" si había sido ejecutada. Y la sentencia insiste en dos ocasiones que el propio Muguruza podía haber ordenado a otras personas esa supresión… La Audiencia no solo desmonta en su sentencia los pilares de la acusación, sino que censura de forma explícita los informes de los peritos Alejandro Luelmo y Alfredo Pérez Rey en los que se basó fundamentalmente, incide el fallo, el ministerio público para sustentar sus argumentos. Luelmo y Pérez Rey comparecieron en la vista el 22 de febrero y, en función de su pericial, mantuvieron que la actuación del principal acusado fue "ilegal, arbitaria e injusta".
Las guerras internas en la Dictadura de la Burocracia, que en el juicio de Barcelona se muestran virulentas en alguno de los peritos ex compañeros de los acusados. Recordaban más que Josep Borrell (que soltó “el todo Madrid sabía…”) o Lluís Prenafeta, y casi todos los demás testigos, que no recordaban nada. Quince o veinte años disculpan cualquier memoria.
Supongo que en Vizcaya la sentencia formará parte de su complicada política, tan complicada como la liquidación de condena del etarra Troitiño, de la que mi compañero de celda Pascal me afirmaría que esas cosas no pueden ocurrir en Francia, que allí no existe la arbitrariedad funcionarial, que la normativa sobre cumplimiento de condenas es taxativa y se cumple a rajatabla. Me lo repetía a cada tercer grado o liquidación de condena. Y sobre la rehabilitación… otra cuestión.
Una Semana Santa distraída, con Consejo de Ministros que legisla sobre rebajas fiscales para reformas domiciliarias ¡indispensable! De hecho a poco que interese el panorama nacional… las tristes distracciones ocupan demasiado espacio, y si en Barcelona no hubo Canaletas en Madrid hubo Cibeles.
En particular me afecta el cierre de las urgencias del Clínico en la calle Valencia… hace poco acompañé a un familiar, con buen servicio.
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