Rafael del Barco Carreras
19-02-10. Noticia en EL PAÍS, fecha 13-02-2010.
“Robles se jacta de colocar en 18 altos cargos judiciales a miembros de su asociación”. “Margarita Robles , vocal del bloque progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y fundadora de Jueces para la Democracia (JpD), ha remitido al Comité Permanente de su asociación un listado con los 18 nombramientos de miembros de ese colectivo para altos cargos de la carrera judicial designados en el año y medio que lleva funcionando el actual Consejo, en respuestas a la crítica de su asociación a la política de nombramientos del CGPJ”.
Siempre me he preguntado como alguien que fuera Presidente de la Audiencia de Barcelona por aquellos años, 1991, donde campaban personajes como Luis Pascual Estevill (con su hijo cobrando por los pasillos), Juan Piqué Vidal (el hombre del maletín), Adolfo Fernández Oubiña (otro juez asociado), Rafael Jiménez de Parga (denuncias falsas), o archivaba la denuncia de Carlos Odena Savall de fecha 22-08-91 contra esta banda (Javier de la Rosa) y otras (ver www.lagrancorrupcion.blogspot.com o si pueden la denuncia entera en www.lagrancorrupcion.com con referencias y pruebas para acabar con la GRAN CORRUPCIÓN ), y más de menor volumen, alcancen Direcciones Generales en el Ministerio del Interior, o el Consejo General del Poder Judicial, CGPJ. Aquel Ministerio del Interior y Justicia con el Ministro, juez Juan Alberto Belloch, y la jueza María Teresa Fernández de la Vega, donde pulularon y se habían enriquecido Rafael Vera y Luis Roldán.
También me lo pregunto con el actual Presidente de la Audiencia de Barcelona, José Luis Barrera Cogollos, reelegido dos veces por el CGPJ, ¡una Audiencia de proverbial buen hacer en su funcionamiento y rapidez!, pero ¡claro! los árcanos del corporativismo son incomprensibles para la vulgar masa de justiciables súbditos. Tampoco entiendo lo de las tres asociaciones de jueces que se reparten los cargos, y menos lo de “Jueces para la Democracia”. Un organismo, Justicia, donde la Democracia brilla por su ausencia, tanto en la elección o nombramiento de jueces como en su administración, o sea, el Poder de impartirla (sin el control democrático de jurados ni puros ni mixtos), ni en los tres poderes de todo Estado que se llame democrático, Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
“Lo sabía toda Barcelona”, insisto, y hasta sus oídos llegarían las cifras que mis compañeros de la Primera Galería pagaban por las extorsiones de Piqué Vidal-Pascual Estevill, o las denuncias falsas de Rafael Jiménez de Parga, y otros.
Pero si el juez del 26 era célebre por los sobornos y chantajes, al tiempo que la Prensa lo elevaba por “látigo de la burguesía catalana” a Juez Estrella, hasta alcanzar la vocalía en la Academia de Jurisprudencia de Cataluña, o el Consejo General del Poder Judicial, la presidente de la Novena lo era por sus métodos expeditivos. Las condenas a 4 años por hachís, 8 por cocaína y 12 por heroína, se repartían a velocidad de vértigo, tanta velocidad, que dudo si alguno de mis compañeros fuera realmente un narcotraficante. Entre tanta corrupción colocar un paquetito es fácil. Y más fácil la desaparición de grandes alijos, hasta fotografiados en La Vanguardia, enero 1992, sucedido a un compañero de celda condenado por solo un kilo de heroína, y que exhibiéndome el periódico me decía que reclamaría el efectivo fotografiado, cien o doscientos millones. ¡Estás loco le contestaba yo!, y tú, ¡por tanto escribir!
¿Qué es eso del BLOQUE PROGRESISTA EN EL CGPJ? ¿No se estará impartiendo Justicia partiendo de conceptos preestablecidos, contra los justiciables que no comulguen con esas ideas o pertenezcan a otros ambientes, o a favor de los recomendados por algún iniciado o afiliado de ese Progresismo?, o sea, como en el Franquismo.
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