José Luis Korta y como los vascos nos ponemos de perfil ante el crimen...

lunes 22 de junio de 2009

Querido Tellagorri (Le dedico esta entrada porque siempre es Ud. fuente de inspiración para un aprendiz de la vida como yo...);

Esta mañana oía Radio 5 Todo Noticias, donde contactaban con el corresponsal en San Sebastián, que estaba en el Campus de la capital Guipuzcoana. Había al parecer una concentración de repulsa porque el Nazionalismo Vasco de ETA había quemado vivo este pasado domingo a un ser humano sin juicio ni garantías legales: Al parecer no había casi nadie, algún profesor y menos alumnos; mientras la mayoría de los estudiantes universitarios, nuestros futuros profesionales: médicos, abogados, arquitectos, etc. estaban tomando el sol como si la cosa no fuese con ellos.

El otro día leía en el Diario Vasco, (del Domingo, igual lo tiene Ud. amigo Tellagorri) a José Luis Korta, entrenador del Kaiku (el señor de la foto de la derecha), diciendo que el problema es que: «Aquí hay dos partes enfrentadas. Es una guerra en la que no gana nadie y perdemos todos. No puede ser que la mitad de la sociedad vasca esté con escolta y la otra mitad en la cárcel. La cárcel, creo yo, es sólo para los delitos de sangre». Vamos, que no se le ocurre decir otra cosa cuando ETA ha quemado viva a una persona.

Como vasco cada día me da más nausea el nazionalismo, y su bandera verde, roja y blanca que nos impuso tras la muerte de Franco y que algún desconocedor de la historia enarbolaba en la manifestación de repulsa en Bilbao. Si ETA acabase un día con mi vida me revolvería en mi tumba si viese ikurriñas (para mi como vasco de Urrestilla: banderas nazis) en mi funeral.

Mi pueblo, el Pueblo Vasco, me da ganas de vomitar, amigo Tellagorri. Aquí no ha cambiado nada de nada. Con gente que piensa así, que mira a otro lado, que no dice claramente que tan culpable es el que colocó la bomba lapa como el que equipara (al ponerlos en dos bandos antagónicos) a los que queman vivas a personas (asesinos) con los que llevan escolta (víctimas).

Y ahora me dirijo a los que estáis viviendo en otros sitios de España: Aquí nada ha cambiado. Solo que hay una viuda más y un par de huérfanos más en el País Vasco.

Señor Korta (ojalá lea Ud. esto un día): ¿De qué coño de guerra habla Ud.? ¿De esa que desde hace 30 ó 40 años ha producido 944 víctimas mortales y varios miles de heridos y mutilados, viudas, huérfanos, extorsionados, etc.? No me compare esto con 400 terroristas en la cárcel, por favor. No me compare esto con 172 asesinos de ETA muertos: 22 de ellos suicidados (la mala conciencia, supongo), 36 bajo sus propias bombas que afortunadamente explotaron antes de tiempo, 27 víctimas mortales del GAL (no todos de ETA, así que pongo a todos) y el resto en enfrentamientos con las fuerzas del órden público.

Señor Korta: Si piensa Ud. así, es Ud. -al que no conozco, ni falta que me hace- ejemplo de tantos y tantos vascos nazionalistas que se ponen de perfil ante el asesinato, y por ello un mierda y un miserable. Y tan culpable con su tibieza, como el que puso la bomba lapa para quemar vivo a un señor en Arrigorriaga el pasado viernes.

Bueno Tellagorri. A Ud. vasco de bien: Un abrazo.

Suyo,

El Capitán Trueno.